Dicen que ésta fue la última función (no lo creo). Esta puesta es como un sueño y aunque sea una obra de encuentros se diferencia en el poder de lo imposible. Como si alguien dijera "si vas a soñar hazlo en grande". entonces Lorena Szekely y Mario Pretrosini se van a encontrar para que "la Xirgu" y Federico García Lorca vuelvan a estrechar aquella amistad truncada por el fascismo y sin asombro conversen como podrían haberlo hecho en Barcelona, Fuentevaqueros o allí mismo en el Teatro Avenida, una noche de 1945. ¿Quién no querría un sueño así? Un sueño para atesorar, una obra para recordar siempre-
"Allá donde las fiestas suceden a los duelos
los nacimientos a las muertes
los días de lluvia
a los días de sol
Allá, solitario, sin tiempo, sin infancia,
cometa sin orígenes, extranjero al paisaje
paseándote entre extraños
Allá resides tú,
donde reside la memoria"
Elena Garro- Fragmento de Extranjero
Es una noche gloriosa, Margarita Xirgu estrena en el Teatro Avenida "La casa de Bernarda Alba", escrita por Federico García Lorca en 1936. En la penumbra del camarín de la estrella se deja escuchar el último parlamento de Bernarda y una ovación repetida.
Ella, es Lorena Szekely, actriz todo terreno, con un manejo de la voz que asume todos los registros vocales, el de gravedad de su Bernarda y la dulzura del encuentro que pronto se producirá. Al ingresar al camarín, mira un retrato que reposa en su dresuar e impacta "maldita se la guerra". Esa voz lo trae, lo corporiza "tu voz me trajo", dice.
Hay que brindar por Bernarda y porque el teatro está repleto de personalidades que ni a Margatita ni a Federico (un magnífico trabajo de Mario Petrosini) les provocan otra cosa que hilaridad.
Este momento único, soñado, deseado (o no por maravilloso) no tiene otra motivación que presentificarnos aquella amistad, plagada de guiños y de un amor fraterno que traspasa hasta la muerte.
El texto con una sobriedad que no ahorra que lo que se elide sea claro para el espectador, va dando cuenta de la muerte de aquella tarde de agosto, tórrida en la que se produjo su captura y acepta que tuvo miedo al olvido.
Los fascistas son como cucarachas dice Margarita, están en todas partes y Federico replica "no vuelvas a España, no sigas mi camino"
Esta amistad/hermandad se hace carne cuando Margarita recorre la poética lorquiana como si hubiese sido escrita ayer.
Juegan y Federico puede ser Doña Rosita y Margarita Yerma.
Hay algo del orden de lo estrictamente teatral, escénico, que hace que ambos protagonistas construyan sus máscaras de un modo orgánico, otorgándole al ser de sus personajes una vitalidad que no alcanza con la apelación a la memoria emotiva, sino que exhibe un trabajo de elaboración que en el caso de Lorena Szekely la vuelve de una materialidad mutante, porque en cada parlamento repetido de una obra de su amigo, ella adopta la voz y los modos que todos sentimos son los pertinentes por haber leído las obras, de la autoritaria Bernarda, a la sufrida Yerma. (Cuentan que cuando la estrenó en México, antes del '45, en el parlamento en que Yerma dice "He matado a mi hijo" lo cambió por "Han matado a mi hijo", en un guiño claro al fusilamiento de Federico.
Mario Petrosini guarda una presencia, un donaire y unos modales que son los que Federico nos habría brindado de estar entre nosotros. Su sola presencia, sin obstar su actuación y su máscara perfectamente construída de adentro hacia afuera, nos presenta el rostro de aquel querido y añorado granadino que retorna siempre porque ¿Cuántos temas hay? El teatro occidental buceó y seguí buceando en el Amor, Des/amor, traición, muerte y lo moralmente aceptable (?).
Y salvo algunas vanguardias, ya masificadas, a veces tenemos la suerte que los dramaturgos reescriben estas historias, aquellos mitos u otros tópicos como disparadores que nos acarician o acribillan en la butaca.
Pero esta maravilla no sería posible sin que Jorgelina Herrera Pon que dirige no haya pensado el espacio adecuado para este encuentro con un bello canapé, un baúl como sinécdoque del destino trashumante del exilio, un biombo para cambiarse y un bello dresuar en el que Margarita tiene sus enseres y la foto de Fede.
Un diseño muy mediados del Siglo XX que acompaña un vestuario impecable para ambos intérpretes y que nos cristaliza una vez más Federico que recordamos y la pasea a Margarita por la bata y el vestido que luego usará para celebrar su victoria. Todos los elementos: perchero, ropajes, abrigos son utilizados. no están rellenando espacios vacíos y todo es espacio escénico, no se desaprovecha ni un centímetro de la sala del Crisol.
El diseño sonoro de Hernán Fernández participa de lo representado sin una sola estridencia mientras que el diseño de iluminación de Eduardo Safigueroa, equilibra los momentos de alegría y festividad del abrazo y atenúa aquellos momentos en que ambos son conscientes de la soledad de la muerte y el exilio.
Como dramaturgo Martín Ortíz gesta una obra redonda, plagada de bellas palabras y bellos pensamientos que pasan al acto.
La dupla Herrera Pons y Ortíz, logra un trabajo amalgamado en donde no hay 4 manos sino una sola intención, lo que se agradece.
4 temporadas y esta escriba la ve el día de su despedida con la esperanza intacta de que estos seres maravillosos resuciten en cualquier momento en cualquier sala y me den otra chance.
Otra vez, de nuevo, el teatro dice: soy el Sueño de que la Cultura tuvo al nacer, el más democrático desde los griegos y el más riesgoso por la falta de red.
Gracias Teatristas. Así, será muy difícil dejar de escribir.
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Martin Ortiz
Actúan; Mario Petrosini, Lorena Szekely
Vestuario: Jorgelina Herrero Pons
Escenografía: Jorgelina Herrero Pons
Diseño sonoro: Hernán Fernández
Operación técnica: Lis Banegas
Diseño De Iluminación: Eduardo Safigueroa
Fotografía: Carlos Vizzotto
Diseño gráfico: Alicia Galvele
Asistencia de dirección: Keila Reynoso
Producción En Gira: Alejandra Garcia
Dirección de actores:Martin Ortiz
Dirección general:Jorgelina Herrero Pons, Martin Ortiz
Participaciones
Este espectáculo formó parte del evento: Argentina Florece-CABA-INT- 2da Edición
Este espectáculo formó parte del evento: VILLA CRESPO AL TEATRO. Ciclo de Artes Escénicas - 2° Edición. TEATRO EL CRISOL - 20 AÑOS -
Este espectáculo formó parte del evento: El Teatro Argentino celebra su público
Duración: 55 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos