La puesta dirigida por Alfredo Martín hace perfecta
sincronía con el texto de Miriam Russo en un elogio de la sencillez que ahonda en
la profundidad de dos vidas y en una soledad que puede tener sus paréntesis
cuando aparecen sentimientos tan necesarios en estos tiempos.
“No son las
catástrofes, los asesinatos, las muertes,
las enfermedades
las que nos envejecen y nos matan;
es la manera
como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus”
Virginia Woolf
La soledad tiene
aristas. Tendemos a creer que hay algo del orden de lo insalvable cuando la transitamos.
Parece que olvidamos que llegamos solos y nos vamos solos. Existe también una
ilusoria sensación de falta de completud que es más normativa que real. Pero
también hay un momento en toda vida en que un “otro”, cualquiera sea su
procedencia, puede alumbrar una mañana oscura, una tarde desierta o una noche en
la que es invierno adentro nuestro.
Esa soledad es la que
puede hacer que algunos “pájaros aniden en cualquier parte”. ¿Qué como
acontece? Es un misterio, entre las multitudes nos cruzamos con cientos y
cientos de seres pero no todos logran que establezcamos un vínculo.
La obra dirigida por
Alfredo Martín no fuerza nada de lo escrito. Fluye. Entonces Dorita e Inés
tendrán su encuentro.
Lo importante no es lo que damos por hecho (dinero, gloria, hazañas, premios), lo importante es el cotidiano de ambas mujeres. Y que Dorita (llamada como cuando niña) asume un vigor que muchas personas mayores tienen).
Ellas, una en cada
extremo de la vida, irán narrando su condición, a Inés la despidieron del Chino
en la que trabajaba en la fiambrería y Dorita se lamenta porque “cortaba tan
finito y bien y el fiambre” y Dorita la perturba que en el último viaje de
jubilados que hizo no les dieron de comer correctamente.
Gabriela Villalonga es
Dorita y compone una mujer mayor adorable, Luciana Procaccini es Inés, y es el
contrario de su nueva amiga. Es melancólica, quiere escribir y garabatea en un
cuaderno poemas que están repletos de lágrimas secas.
Conforme el vínculo se
afianza y la confianza entre ellas adquiere estatuto de amistad, iremos
sabiendo las historias de ambas. Una vida desdichada de Inés y una pulsión del
eros de Dorita, que piensa en viajar, baila reguetón e insta todo el tiempo a
Inés a salir de su encierro interior.
Creencias, devociones,
anécdotas no siempre felices se van tornando en una sincronía sólida en la que
ninguna pierde identidad y sin embargo es capaz de empujar a la otra hacia su
bien.
Un detalle fantástico
son las cartas que van a escribirse cuando una de ellas viaje. En este sentido,
algo de la comunicación que supimos tener retorna. Nada de pantallas, de chats,
de mails. Cartas, sin párrafos cortados, sin abreviaturas. Cartas, que dan
cuenta de cómo cada una deviene su existencia.
El diseño de vestuario de Alejandro Mateo, obedece a la misma economía y sencilles de la puesta junto al vestuario que también diseña. El diseño de luces de Lucas Orchessi contribuye no sólo al paso de los días sino además a los claroscuros que se representan.
Apelando al epígrafe me
permito sugerir/nos que abramos bien los
ojos, entre la multitud que sube a un bus, en una fila cualquiera de cualquier
trámite, puede haber algún pájaro que desee anidar en ese lugar vacío que poseemos y que
muchas veces duele tanto.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Dramaturgia: Miriam Russo
Actúan: Luciana Procaccini, Gabriela Villalonga
Vestuario: Alejandro Mateo
Iluminación: Lucas Orchessi
Diseño de escenografía: Alejandro Mateo
Redes Sociales: Luis Cardozo
Musicalización: Maestro Quique Sosa
Fotografía: Ignacio Verguilla
Diseño gráfico: Gustavo Reverdito
Asesoramiento artístico: Marcelo Bucossi
Asistencia de dirección: Débora López
Prensa: Paula Simkin
Producción ejecutiva: Gabriel Cabrera
Dirección: Alfredo Martín
Duración: 65 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
ITACA COMPLEJO TEATRAL
Humahuaca 4027 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 75493926 WhatsApp 11 6669 4027
Viernes - 20:00 hs - Hasta el 26/07/2024