La puesta de
Héctor Alvarellos tiene varias singularidades, la primera es estar a cargo de
artistas comunitarios, el barrio interesado en la Cultura. La segunda es
abordar un texto fantástico pero arduo escrito por Cristina Escofet, digna
diplomada al Konex a la Mujer
sobresaliente de las Letras. Y la tercera es el ambiente amoroso y cálido de La
Casita de la Selva, donde ser realiza. Hogar de Arte colectivo. Resistencia
desde y para el Arte.
“A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispensarnos,
dividirnos,
ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan:
enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos,
juntarnos, burlarlo,
hacer por fin a
nuestra patria libre. Plan contra plan”
José Martí
Tuve el placer de ver por primera vez Ay, La Patrie, en su estreno (2009)
afuera de la sala “La Ranchería” de la Manzana de las Luces (desmantelada por la
gestión de M. Macri) era carnaval. Adentro de la sala también, porque la obra
aborda a la través de las calles de la Historia, la toma de La Bastilla
(terminemos ya de tomarla) hasta los nefastos años ’70. Digo carnaval adentro
porque ya había connatos de subvertir el orden.
En esa ocasión C. Escofet con una economía de recursos
extraordinaria, transitaba todas esas calles que no se diferencian mucho de lo que
acontece hoy.
Héctor Alvarellos, “el resistente”, el que se fue de
un sistema abigarrado en sus propias fauces y resistió y resiste en el Parque
Avellaneda con su Teatro Callejero y, se
mete con este texto con actores barriales (Alvarellos es un Maestro). Teatro
Comunitario. Placer de hacer, de resistir, de no ahogarse en las lágrimas de lo
que no fue y tal vez ya no será. Confraternidad de pares. Momentos robados a la
angustia cotidiana. En fin, una hermandad que pone todo en escena para hacer
con una dignidad y un talento que no sale de entrenar con Lee Strasberg, un
momento de esplendor para el espectador.
Esta crítica confiesa que se desborda de amor por el
teatro comunitario. Que sus días más felices fueron dirigiendo las obras que 30
padres de la escuela de su hijo ensayaban todo un año. ¿El fin? Ayudar junto a
las Abuelas de Plaza de Mayo y a León Gieco a un hospital, el lema “El Posadas
es de todos”. La alegría era desbordante, como aquí en La Casita de la Selva,
Por ello, ver a este grupo que se potencia entre sí
fue una fiesta.
Alvarellos tiene más actores en escena. El narrador
será el Marqués de Sade, un exquisito caballero que sostiene una cantidad de
texto sin furcios ni nervios (visibles) las diferentes circunstancias del devenir
histórico de la Gran Patrie, o sea, el mundo.
Desde el comienzo de la Historia la disputa se hizo en
la calle. Ese reclamo más vigente e inminente que nunca, asedia la puesta
sumamente poética y a la vez toca la fibra más íntima de cada espectador.
El Márquez será el hilo conductor de la narración de
los sucesos, entonces las luchas se harán presentes en manos de los diferentes
actores
En el transcurrir de
la Revolución Francesa, como así también aparecerá Théroigne de Méricourt al frente de las
mujeres en los días desangelados de Versalles.
En los distintos cuadros,
aparecerá de Olympe de
Gouges quien recuerda su
propio suplicio, por resguardar
los derechos de las mujeres.
Hay, además, un
desarrollo sobre los correctivos infligidos al cuerpo por pertenecer a una normativa
que no se tolera. De este modo, Camila O’Gorman y su hijo su hijo por nacer
serán fusilados. Hay que condenar a
todas las féminas. La Patria es mujer.
Alumbrará el horror de Guernica mientras el cielo se
pone gris de pólvora y también Eva Duarte y su tormento. Y el Márquez será
peronista también porque es imposible sustraerse a aquel amor.
Y Héctor Cámpora, tan necesario y denostado luego cuando
la gente como hoy confunde y olvida. En nuestra Patrie, los vándalos quedan sin
prontuario a los 6 meses. ¿Le robaron? ¿Permitieron la muerte de su madre? ¿No
hay vacunas y mucho menos comida? Bien, usted puede repasar cada hecho
significativo de la Historia que se repite ( y no como en el tango “mi
muñequita dulce y rubia) no, se repite como una perversión incurable.
Lo maravilloso es que en la puesta de Alvarellos la
distancia que toma el espectador y los gags y gracias de todos, absolutamente
todos los personajes, son una fiesta que no termina mal, porque es ficción,
porque está bien hecha y tal vez porque es demasiado tarde para lágrimas. Si la
puesta de Escofet era una maravilla, en otro sentido la puesta que sale a
Escena en la Casita de la selva -Sala Carlos Trigo. Es fantástica y usted solo
debe agradecer colocando una ayuda en el sombrero, la palabra “gorra” no está
bien vista.
Vaya, repase y recuerde. Recordar es un ejercicio
maravilloso y con este grupo mucho más.
Grupo MIGAS
DE LA HISTORIA
Presenta:
“Ay, la
patrie!” de Cristina Escofet .
Dirección y puesta en escena de Héctor Alvarellos
🗓️ DOMINGOS
⏰ 19 HS
📍 La Selva 4022, Vélez Sarsfield.
🎩 Espectáculo al sombrero.
🎟️ Reservas:
aylapatrie@gmail.com
PH: @tonyperez.ph