La puesta dirigida por Paula Sánchez es a la vez una
adaptación en clave grotesca de Bodas de Sangre de Lorca y un punto álgido en clave de humor que refleja
una situación de crisis (2001en Argentina) y cobra vigencia absoluta y plena en
un contexto de suma seriedad cuando las diferencias entre clase media y clase
baja se borran, difuminan y estallan en mil conflictos y fracturas entre compatriotas
que van cayendo al vacío sin prisa y sin pausa. Excelente humor de una factura
que no se ensaya en un día.
“Del otro lado
de la reja está la realidad, de
este lado de la
reja también está
la realidad; la
única irreal
es la reja; la
libertad es real aunque no se sabe
bien si
pertenece al mundo de los vivos, al
mundo de los
muertos, al mundo de las
fantasías o al
mundo de la vigilia, al de la
explotación o de
la producción”
Francisco “Paquito”
Urondo”
Fragmento de “La
única verdad es la realidad”
La sala nos recibe con un indicio, música de cante,
flamenco en vivo pero del Conurbana. Una mujer detrás de una reja cacerolea. La
reja no es prisión, en su mecanismo de seguridad. Ya han muerto su esposo y un
hijo. Le queda uno mas al que no quiere perder como tampoco quiere perder su estatus
de clase media. Ella posee un supermercado y aunque los que compren sean
negritos africanizados del “conurba” ella es más. Su hijo también. En un gran
trabajo de Alejandra Robles pronto se muestra el vínculo sobreprotector con el vástago
que le queda.
El joven anuncia que se quiere ir a España, con su
futura esposa y ella misma, que declina esa opción porque debe cuidar las
tumbas de los amores muertos. Guido Sotomayor, como el Hijo/Novio, hace una
dupla fantástica con su madre que demostrará a lo largo de la puesta el trabajo
que se ha hecho en torno del teatro físico y del humor físico. Compaginado a la
perfección con efectos sonoros de los músicos en escena.
Todo el elenco responderá con esa maestría al
trabajo físico que es, a la postre, parte de todo lo hilarante que restará
tragicidad a los sucesos.
Se impone pedir la mano de la novia y para eso hay que
ir hasta Monte Chingolo, el grotesco se consuma. Las ilusiones de la madre se
desvanecen lentamente.
En ese paraje de Buenos Aires, que tiene
connotaciones políticas de violencia y comienzo de gestación del Golpe del ’76,
reside la familia de Lola, un rol que Carolina Ghigliazza, aprovecha al máximo
dotando a su personaje de toda la entrega de su instrumento. Nadie imaginaba
que hay un tercero en discordia, Leonardo, el verdadero amor de Lola, al que
Leonardo Bragán, le imprime un carácter especial ya que es la antítesis del novio
esmirriado y mamero.
Hay personajes con roles dobles como Manuel Luchetti
que será padre de joven casadera y criada, en perfecta sincronía con el resto
de los personajes como Manuela Fernández, esposa de Leonardo y sorpresa de la
noche de bodas.
No vale contar el argumento porque no por inferido
es menos sorpresivo. Lo realmente importante de que la Compañía Payasos del
Matute, elabora una puesta impecable. Sus técnicas de clown que les permiten
ejercer el teatro de las acciones físicas y una pregnancia con una realidad que
ya vivimos, usa maravillosamente el disparador lorqueano para hacer de un texto
central de la dramaturgia universal, un texto periférico de la periferia y de
una gran significancia.
Aquí es cuando el espectador advierte que menos es
más. Que una artillería de escenografía y trastos puede remplazarse por
actuación, que 4 sujetos metidos en una pileta de lona pequeña son el gran
significante de cómo los pobres se refrescan en verano y en la vereda. Los pobres
no tiene piscina ni parque.
Es maravilloso que una experiencia colectiva de la
mano de la puesta en escena de Paula Sánchez, calé tan hondo en un público que
aplaude, ser ríe (muchas veces de nervios) porque ya lo hemos visto en otro
registro. No sólo la tragedia de Bernarda Alba sino el estallido de un pueblo que
asfixiado , tomó las calles y dejo la sangre de 38 compatriotas en el asfalto.
El teatro se hace cargo con esta dirección estupenda
de Sánchez de entregar varios nodos. Pobres
versus clase media, Pobres contra pobres, una historia para contar que se
vuelve central en esa periferia olvidada por casi todos. De modo que, texto,
actuaciones brillantes, música en vivo y ser argentino ya son imperativos para asistir
a lo que la Compañía Payasos del Matute ofrece.
Actúan: Mariano Bragan, Mariela Fernández, Carolina
Gliglazza, Manuel Luchetti, Alejandra Robles, Guido Sotomayor
Técnico: Germán Navarro
Música: Lara Bragan, Franco Napolitano
Prensa: Daniel Franco
Community Manager: Abril Bernardo
Dirección: Paula Sánchez
Web:
https://www.instagram.com/tercercordondelconurbano/
Duración: 70 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
BECKETT TEATRO
Guardia Vieja 3556
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 1122595661
Web: http://teatrobeckett.com/
Viernes - 20:00 hs - Hasta el 24/05/2024
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