Salvajada. Otredad, diferencia, belleza y política por Denise Pascuzzo



Texto, escenografía, música y actuaciones conforman una creación colectiva que, coordinada por Luis Alberto Rivera López, no puede sino desembocar en la más absoluta belleza y que se exhibe en el Teatro Nacional Cervantes.

Por Denise Pascuzzo

 

…la fascinación aterrante que ejercía sobre él la mirada sanguinaria, inmóvil, del tigre, del que por una fuerza invencible de atracción no podía apartar los ojos, habían empezado a debilitar sus fuerzas (…) La fiera, estirada a dos lazos, no pudo escapar a las puñaladas repetidas con que, en venganza de su prolongada agonía, le traspasó el que iba a ser su víctima. «Entonces supe lo que era tener miedo», decía el general don Juan Facundo Quiroga, contando a un grupo de oficiales este suceso.

También a él le llamaron Tigre de los Llanos, y no le sentaba mal esta denominación, a fe. La frenología y la anatomía comparada han demostrado, en efecto, las relaciones que existen en las formas exteriores y las disposiciones morales, entre la fisonomía del hombre y de algunos animales, a quienes se asemeja en su carácter.

Facundo. Civilización y barbarie en las pampas argentinas.

D.F. Sarmiento

 

Salvajada es una obra de teatro de reciente estreno en el Teatro Nacional Cervantes. Fue escrita por Mauricio Kartun, basada en el cuento “Juan Darien” de Horacio Quiroga y dirigida por Luis Alberto Rivera López.

Kartun con su dramaturgia realiza una intervención en la literatura argentina. En este caso desmonta un texto para armar uno con su propio tono y su propia voz. 

La trama de la violencia es una marca constitutiva de la literatura argentina. Ya lo dijeron Gamerro en su texto “El nacimiento de la literatura argentina”, como así también lo afirmaba  David Viñas en las intervenciones de sus textos críticos. Desde su nacimiento, la literatura argentina se trama en un espesor de violencia. Y la animalidad es un rasgo muy presente en sus textos. El desborde que genera el toro que se escapa del espacio del matadero en el cuento de Esteban Echeverría, a modo de ejemplo, parece dialogar con ese eje de animalidad que se plantea en Darien (protagonista de la obra): lo incontenible, el desborde físico, la fuerza desmedida o la pasión incontenible son rasgos que se presentan como temidos o despreciados por el humano “letrado y disciplinado”. Inclusive, esa animalidad se puede observar como una hibridez perturbadora en el Facundo de Sarmiento. Podemos verlo en esa escena en la cual Facundo parece fusionarse con el tigre cebado de las pampas y en donde el límite se torna borroso y se pretende expresar en toda su violencia el desborde de esa hibridez.

La animalidad en cierta medida se presenta como un rasgo que se atribuye al otro como un modo de despreciarlo. Allí se expresa la "cifra de la barbarie". La condición de provenir de la naturaleza o el rasgo de animalidad quedarían asociados con la barbarie y la cultura letrada se vincularía con la civilización. Esos límites que establecen esos textos y su ideología, muchas veces luego se pervierten, se invierten o se desplazan. Se trata de un aspecto que ya había advertido Mansilla en su Excursión a los indios ranqueles, donde quedan desplazados los ejes de civilización y barbarie planteados por Sarmiento (en el Facundo) y se ponen en cuestión aquellas dicotomías. 

El desprecio por el  otro se expresa en Salvajada; es el otro diferente en muchos aspectos. Es la inquietante y perturbadora diferencia del otro, que viene a cuestionar algo de la propia constitución de identidad. Si desprecio al otro, me afirmo en la propia mismidad. En ocasiones funciona como la proyección en el otro de la propia violencia.  Lo salvaje es incómodo, tiene que ver con ese desborde, con la voluptuosidad de la pasión que, indomable e ingobernable, se asemeja al exceso de la multitud, a aquello que en la tradición cultural argentina puede asociarse a la animalidad atribuida a ese movimiento incontrolable de las masas. 

Lo monstruoso es aquello que se exhibe más allá de la norma.  Monstruo etimológicamente proviene de  monstrum (suceso sobrenatural) como sustantivo y monstrare como verbo (mostrar). Tal vez esa sea la razón por la cual aparece el espacio del circo, que no es sino espacio en el cual se sistematiza la exhibición de aquello que "no es normal", donde se sistematiza la exposición de los raros o raras. Y en oposición, podría decirse, se presenta el espacio de la escuela, aquel lugar donde se "disciplina la barbarie", aquel espacio que busca la "normalización" de lo que es heterogéneo, de lo indisciplinado. Sin embargo, allí se pone en cuestión lo preestablecido y se invierten las posiciones: donde se supone que reina la letra y la disciplina, puede emerger la violencia contra aquello que se suponía salvaje y bárbaro.

En Horacio Quiroga también existe esa reflexión sobre ese vínculo entre lo humano y lo animal. El cuento que da origen a Salvajada funciona como una especie de origen mítico, es un núcleo narrativo que se expande en obra teatral, primero en la dramaturgia de Mauricio Kartun y luego en puesta en escena que materializa Rivera López. Sin embargo, en la puesta en escena se perciben todas esas instancias de creación articuladas armónicamente: el texto aparece en boca de unos actores que encarnan esas palabras en sus cuerpos y que rozan con ellos tanto la escenografía como los vestuarios a cargo de Alejandro Mateo y los títeres (todo un equipo de trabajo para tal fin; ver ficha técnica), y bailando la música de Daniel García. Todas esas dimensiones logran confluir en el escenario conformando esa inefable belleza que podemos ver en ese acto presente único y material, de unidad de espacio y tiempo que sólo puede experimentarse ahí, en la escena teatral, y en esa especie de epítome del teatro argentino que es el Teatro Nacional Cervantes. Yo particularmente agradezco que esté ahí, “esperando”, como dice  Mauricio Kartun en https://www.perfil.com/noticias/espectaculos/nadie-sabe-lo-que-puede-un-cuerpo.phtml

En Salvajada el teatro deviene en Poiesis: la etimología de la palabra poesía se vincula con la dimensión del hacercrear. Pienso que el teatro es una poesía que se pone en acto, y creo que en Salvajada el acto cobra una destacada dimensión política. El teatro dice pero, y sobre todo, hace, interviene en el espacio y en el tiempo. Así es que, a través de su condición de poiesis, el teatro que se encarna allí reúne en un mismo instante la belleza y la política.

La belleza, la ternura, el amor o la risa, a veces alcanzan lugares  que acaso se formulen como especies de instancias límite, lugares a los cuales es muy difícil ponerles nombre. Pero en el teatro de Kartun adquieren una especie de densidad, al modo del punctum, aquel concepto que propone Roland Barthes para pensar la fotografía, (“muy a menudo sólo es un detalle […] Aquello que surge de la escena como una flecha que viene a clavarse”). Quizás en términos de Salvajada podría decirse que se trata de una especie de música Kartun, en la que su propia rítmica  alcanza esa densidad una y otra vez, donde el arte y su especificidad se autoseñalan brutalmente.

“Una madre llora y suena un himno”, dice la pitón pitonisa (anaconda) en su hibridez, a la vez en sede local y universal. ¿Cómo podríamos definir el alcance del lenguaje poético en esa frase? Parece incalculable. Es el lugar de la música Kartun, que armoniza en su especificidad conmovedora y que Rivera López materializa en escena.

 

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Dramaturgia: Mauricio Kartun

Titeres: Alejandro Mateo

Actúan: Valentina Bassi, Carlos Belloso, Mónica Felippa, Diego Ferrari, Carolina Guevara, Pablo Mariuzzi, Gustavo Masó, Julieta Rivera López, Carolina Tejeda, Blanca Vega

Escenografía: Alejandro Mateo

Diseño de vestuario: Alejandro Mateo

Realización de títeres: Guillermo Bechthold, Juan Bernabé Castillo, Jorge Crapanzano, Andrés Manzoco, Manuela Mateo, Francisco Sánchez Recondo

Música original: Daniel Garcia

Diseño De Iluminación: Luis Alberto Rivera López

Entrenamiento vocal: Fernanda Lavía

Asistencia de dirección: Marcelo Mendez, Alejandro Pellegrino

Preparador Físico: Marina Svartzman

Producción: Silvia Oleksikiw, Anabella Iara Zarbo Colombo

Coordinación artística: Sergio Rower

Coreografía: Marina Svartzman

Puesta en escena: Luis Alberto Rivera López

Dirección musical: Daniel Garcia

Dirección: Luis Alberto Rivera López

Los Compadritos, de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Gerardo La Regina. Por Teresa Gatto.