El Bien por Teresa Gatto



La obra escrita y dirigida por Lautaro Vilo, encuentra en su protagonista, Verónica Pelaccini a una socia ideal del texto y la dirección. Hechas una para la otra, el resultado es una puesta ágil, muy bien interpretada e interpeladora.

 

Por Teresa Gatto

“No hay puerta, ni cerradura, ni cerrojo 

que puedas poner en la libertad de mi mente”

Virginia Woolf, A Room of One's Own

 

Encuentro de amigas, de esas que se generan en la escuela de nuestros hijos. Pueden ser muy intensas e íntimas o pueden entrar en esa suerte de magma que solemos llamar amistades. Las mujeres con nuestra capacidad de disociación podemos admirar una obra de arte contemporáneo y al mismo tiempo deslizar con fastidio que debemos solucionar un tema cualquiera, en este caso sucesorio.

Así Guadalupe y Leticia, siempre en la representación de roles de Verónica  Pelaccini, plagada de matices, concluyen que el marido de la segunda sería de gran ayuda por su profesión, abogado, para ayudar a Guadalupe a terminar el trámite.

Es notable el modo orgánico en que Penaccini, excelentemente dirigida por Lautaro Vilo, se multiplica en escena para asumir las voces de los seres con quienes interactúa. Pero hay algo más: también tiene tiempo para la reflexión interior que también escuchamos. Ella puede ponerse en la propia piel de Guadalupe, en la de Leticia y en la de Sergio, sin dejar de lado a su marido.

Puntuales reflexiones de esta mujer que es agente inmobiliaria, hablan de un matrimonio amesetado. O tal vez, de esa meseta en la que entramos las mujeres cuando creemos que afuera, en otra parte hay una vida más aventurera, menos monótona. Sobre todo cuando sentimos que nuestro/a compañero vive para trabajar. 

Pero todas esas elucubraciones, fantasías o deseos son propios de la subjetividad nómade de las mujeres. Y afortunadamente somos migrantes, incluso sin salir de nuestro cuarto. 

Pero regresando a la puesta, Guadalupe irá a Balcarce con el esposo de su amiga para hacer el trámite y por la noche, de un cuarto a otro,  el ofrecimiento de un chocolate de parte de Sergio cambiará todo. ¿Todo?

Cambiará un vínculo en estado de secreto, iniciará una aventura amorosa en, la que Guadalupe, romperá su rutina.

Lo que sigue son los distintos sentimientos y percepciones de una mujer que dio un salto y, que parece fue al vacío.

Pero esta es la fábula, la historia, la anécdota. Porque las cosas cambiarán a los 3 meses y Sergio retomará a su rumbo (incierto) pero Guadalupe con esa chance de tenemos las mujeres de nomadismo dentro de nosotras mismas, será capaz de varias cosas más que el espectador debe apreciar, porque no hay nada mejor que una actriz que hace todos los papeles y que cuando protagoniza el suyo es capaz de todo y más.

Excelentes trabajos de diseño espacial, lumínico y musical y una Verónica Pelaccini dirigida al milímetro por Lautaro Vilo sin que se note un sólo piolín.




Ficha Artístico/Técnica

TextoLautaro Vilo

ActúaVerónica Pelaccini

VestuarioCecilia Zuvialde

Diseño de escenografíaCecilia Zuvialde

Diseño De IluminaciónFacundo Estol

Asistencia de dirección:Sofía García Lazzarini

DirecciónLautaro Vilo

PARTICIPACIONES

Duración: 50 minutos

Clasificaciones: Teatro, Unipersonales, Presencial, Adultos

ESPACIO CALLEJÓN

Humahuaca 3759 (mapa)

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Teléfonos: 4862-1167

Web: http://espaciocallejon.com/

Domingo - 17:00 hs - Hasta el 27/08/2023

Socilto de Otoño de Sebastián Bayot, interpretado por Ana Padilla, por Teresa Gatto