Fiel a su registro y siempre de la mano de Manuel Santos Iñurrieta, Los Internacionales Teatro Ensamble monta una puesta coral, desopilante y a la vez histórica. Como para reconocerse en cada situación o despabilarse si usted no había nacido.
Por Teresa Gatto
‘Hasta un ramo de flores es una
declaración sobre el mundo’*
Guillermo Roux, artista plástico.
Participante de la muestra artística Malvenido Rockefeller
a los 50 años (2019) de la llegada del estadounidense a nuestro país.
1969. Precedido de un tiempo convulso por el Mayo Francés, el mundo todo experimenta los avatares de nuevas olas de pensamiento. Explota el rock con Woodstock, los Beatles graban Abbey Road, Primavera de Praga, asesinato de Martin Luther King y de Robert Kennedy. Vietnam y el rechazo a esa guerra atroz, proponen manifestaciones pacifistas. Y dicen, además, que el hombre pisó la luna.
Pero esta obra transcurre en Argentina, cuando se está consumiendo la dictadura de Onganía, están prohibidas las minifaldas y el pelo largo en edificios públicos, y al mismo tiempo Almendra graba su primer albúm y Piazzolla con Ferrer nos sacan a pasear por las callecitas de buenos aires, con Balada para un loco.
El país también es un loco, una germinación que regada por la censura (cierre de Tía Vicenta) y por el desastre económico, a través de un sistema de vasos comunicantes obtiene un resultado: El Cordobazo. Estallido.
Esta larga introducción sólo pretende contextualizar los sucesos de la quema de 20 supermercados Minimax propiedad del magnate Rockefeller que viene de visita al país. Y que, claramente, es recibido por los dispuestos a resistir con toda la furia de un país de pobres corazones que no ve la salida. En este preciso momento acontece la puesta en escena de los Minimax y el Cazador de talentos.
Pero como la historia a veces se escribe con la misma tinta, siempre hay un vivillo que aprovecha la revuelta y el desconcierto, porque algunos creen que la visita del magnate es una bendición de San Benito.
Decía que hay un avivado de acento cubano pero con tanto afán de ser norteamericano que está claramente disfrazado de Scarface, un Tony Montana de utilería pero con la verbigracia de captar las voluntades de un heteróclito grupo de aspiracionales y de resistentes. Entonces una mujer mimo, un Elvis de mentiritas, una Princesa de Villa Crespo, más un enmascarado, una monja embarazada y muchos otros, aislados en un bunker (una radio tomada) avizoran una invasión de marcianos agroexportadores y se pueden prestar a un casting para llegar a lo más alto.
El cubano con su habano no dudará de aprovecharse de esas aspiraciones pero como América Latina está siempre cerca del Apocalipsis, parece que se hará realidad la historia que narra Germán Oesterheld en su ya clásica obra El Eternauta. Una nevada demoledora y siniestra caerá para no dejar nada en pie.
Es, en este mundo por momentos coincidente con la historia y por momentos distópico en términos de que poco ha sido lo que cambió, en el que Manuel Santos Iñurrieta, escribe, monta y dirige esta puesta que además de actuaciones brillantes, no da respiro al espectador.
Hay que estar muy atento sin dejar de reírse para ver como se mixturan y amontonan hechos de distintas décadas, y hasta siglos; la guerra de la Triple Alianza y a la vez las fotocopiadoras que como negocio usó un partido desaparecido o en estertores ya, con la venida de la democracia de 1983.
Mijail Bajtin decía que la novela era la más ideológica de las formas literarias por su manufactura coral en que había más de una voz.
Los Internacionales Teatro Ensamble con su multiplicidad de voces llevan esa premisa al límite y en teatro, lo que supone un logro mayor.
La escenografía de Diego Maroevic es perfecta para los sucesos, así como el vestuario indicial y a la vez hilarante de Clara Barreira, Marina García, Lucía Salatino, Maria Eugenia Summa, la realización de tocados que nos muestran una mimesis estallada, a cargo de Guillermina Guardia, completan este espectáculo.
Nuevamente Santos Iñurrieta y su equipo nos deleitan haciéndonos pensar y reír porque lo que queda ampliamente demostrado es que Los Minimax incendiados tal vez están más en pie que el país que nuevamente hoy grita Malvenido FMI sin que su eco sea escuchado por una clase política que no siempre está a la altura de las necesidades del Pueblo.
Para decirlo más claramente: si necesita una cuota de esperanza, vaya a ver a estos Artistas que además de mostrarle la despareja lucha de fuerzas de la que formamos parte y lo harán disfrutar mucho porque ellxs mismos con su inteligencia y destreza escénica podrían hacer solxs la Revolución.
*La puesta se describe aquí: https://www.infobae.com/cultura/2019/10/09/malvenido-fmi-a-50-anos-de-la-gran-protesta-de-artistas-argentinos-contra-la-visita-de-rockefeller/
Ficha Artístico/Técnica
Autor: Manuel Santos Iñurrieta
Intérpretes: Rodrigo Isequilla Giudici, Gastón Ávila, Clara Barreira, Belén Ezquerra, Nicolás Finoli, Marina García, Manuel Santos Iñurrieta, Diana Kamen, Gaby Mercado, Lucía Salatino
Vestuario: Clara Barreira, Marina García, Lucía Salatino, Maria Eugenia Summa
Redes Sociales: Maria Eugenia Summa
Realización de tocados: Guillermina Guardia
Edición de sonido: Daniel Alvarenga
Música original: Rinoceronte, Ricardo Dubatti, Fito Lema, Juan Piñeyro
Diseño gráfico: Maria Eugenia Summa
Asistencia técnica: Diego Maroevic, Valeria Natalia Rellán
Asistencia de dirección; Marina García
Utilería: Carlos Salatino, Maria Eugenia Summa
Producción: Los Internacionales Teatro Ensamble
Puesta en escena: Manuel Santos Iñurrieta
Dirección general: Manuel Santos Iñurrieta
Duración: 60 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN
Corrientes 1543 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 5077-8000 int 8313 en horario de venta
Web: http://www.centrocultural.coop
Entrada: $ 2.000,00 - Sábado - 22:30 hs - Hasta el 29/07/2023