La obra pone en escena una multiplicidad de universos y “discusiones”. La ciencia en oposición al arte, el teatro, la literatura, el estatuto de verdad del cual se supone que carecen el teatro y la literatura, en oposición, por supuesto a las ciencias naturales
Por Denise Pascuzzo
Podría decirse que Las ciencias naturales de Mariano Tenconi Blanco surge de la intersección de una serie de universos que confluyen en la escena. El interés por esos expedicionarios que venían del viejo continente a interesarse por descubrimientos que tenían búsquedas de índole económica y política y no el puro afán de conocimiento.
Se trata tal vez de la escena del sujeto que llegaba a estas costas en busca de grandes descubrimientos y finalmente se encontraba con estas pampas y las múltiples derivaciones que conllevan esas coincidencias, los contrastes frente a lo que se esperaba, kilómetros y kilómetros de desierto.
Ese choque espacial, esa decepción frente a determinadas expectativas han originado textos como Radiografía de la Pampa de Ezequiel Martínez Estrada, un texto medular de la historia del pensamiento argentino. Este autor halla en ese contraste, en esa especie de fraude, una decepción fundacional que de un modo determinista nada bueno podía traer luego en el futuro de una nación que surge en esa suerte de falla. En la puesta de Tenconi Blanco también se presenta la opción de irse para tierra adentro, donde habitaban los indios, con el choque o la fusión de culturas que implicaba esa mezcla; algo que también aparece en el Martín Fierro de Hernández o en Una excursión a los Indios Ranqueles de Lucio V. Mansilla. Lo cierto es que con ese pretexto la obra pone en escena una multiplicidad de universos y “discusiones”.
La ciencia en oposición al arte, el teatro, la literatura, el estatuto de verdad del cual se supone que carecen el teatro y la literatura, en oposición, por supuesto a las ciencias naturales. Los encargados de la expedición son un científico alemán, qué busca nuevos descubrimientos y se inscribe en la tradición darwinista; y el acompañante es un ayudante que, más que científico, es escritor y lee novelas.
Hay música en escena y existe un director musical, pero a su vez buena parte de los actores son quienes ejecutan la música. El trabajo de los actores es realmente muy bueno. Ariel Pérez de María oficiando de ayudante español y Agustín Rittano de científico alemán son excelentes. Notable la versatilidad e histrionismo de Juan Isola. Es muy brillante Marcos Ferrante interpretando varios personajes, sobre todo el General Amapolas. Andrea Nussembaum hace una gran interpretación en sus varios papeles, al igual que Gabriela Dittisheim.
Además de los vínculos mencionados con textualidades argentinas, la dramaturgia y puesta en escena de Tenconi Blanco también dialoga con el teatro universal. Existen alusiones a Hamlet de Shakespeare y su puesta en abismo para que el traidor se vea a sí mismo en escena y en esta puesta en espejo delate, así como también hay escenas en alusión al Fausto. Hermoso ejemplo de una obra cuando su autor se pone a jugar y a dialogar con sus propias lecturas o puestas en escena que actuó, vio o estudió. Pienso que la obra entre otras cuestiones se afirma en un elogio de la lectura.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Dramaturgia: Mariano Tenconi Blanco
Intérpretes: Gabriela Ditisheim, Marcos Ferrante, Juan Isola, Andrea Nussembaum, Ariel Perez De Maria, Agustín Rittano
Creación: Compañía Teatro Futuro
Diseño de vestuario: Magda Banach
Diseño de escenografía: Rodrigo González Garillo
Diseño de luces: Matías Sendón
Diseño De Sonido: Miguel Alvarez, Mateo Sapire
Música original: Ian Shifres
Producción artística: Compañía Teatro Futuro, Carolina Castro
Coreografía: Jazmin Titunik
Dirección: Mariano Tenconi Blanco
TEATRO SAN MARTIN - Sala Casacuberta
Av. Corrientes 1530 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 0800-333-5254
Web: http://complejoteatral.gob.ar/
Entradas desde: $ 1.300,00 - Domingo, Jueves, Viernes y Sábado - 20:00 hs - Hasta el 30/04/2023