Transoceánicas, lujo de la escena en el CELCIT por Teresa Gatto



Transoceánicas de Patricia Zangaro pone a dialogar el teatro de Griselda Gambaro con los preceptos de Sanchis Sinisterra en Por una teatralidad menor. El resultado es una puesta de excepción que Carlos Ianni dirige con actores de igual condición excepcional.

Por Teresa Gatto

 

“(...) una teatralidad menor optaría por velar, esta discursividad obvia, evidente, acentuando la incertidumbre y la ambigüedad de los contenidos transmisibles, tanto en lo verbal como en lo no verbal. Daría así al receptor un papel más activo, induciéndole a “escribir”, aquello que el espectáculo deja en penumbra, permitiéndole rellenar los huecos de la significación y reclamando, 

por tanto, su participación creadora”

José Sanchis Sinisterra Por una teatralidad menor.


 

Dice Carlos Ianni: “Encaro Transoceánicas, en primer lugar, como una suerte de homenaje a dos de los más grandes dramaturgos iberoamericanos contemporáneos, quienes, a través de una vasta producción han iluminado zonas oscuras de nuestra realidad y nos han impulsado a transformarla; nos han mostrado distintas formas de contar, alejadas de convencionalismos y clichés; que han jugado, y nos han llevado a jugar, a zonas limítrofes del teatro; que nos han desafiado a encontrar nuevas teatralidades, siempre comprometidos con la sociedad y el tiempo que nos toca vivir.

Además, concibo la tarea de Patricia Zangaro con los textos, a veces intervenidos de Griselda Gambaro y José Sanchis Sinisterra (más algunas escenas de su propia cosecha), como un diálogo entre esos mundos, a veces apoyándose, integrándose y, otras, desafiandose, contradiciéndose; hilvanando a través de dos personajes entrañables como imagino a ELLA y ÉL”

El teatro hoy reclama que menos es más. Así como Sanchis Sinisterra dice glosar a Deleuze y Guattari,  en el fabuloso ensayo “Kafka por una literatura menor” está abogando por una teatralidad menor y una participación de la recepción en la que no abundan los lugares comunes y en una menor multitud de palabras que, a la postre,  redunde en una participación del receptor.

Los autores con los que Patricia Zangaro arma su dramaturgia, no podían ser mejores en el orden de la elipsis, Gambaro siempre apeló a lo elidido para dejarnos hacer significar el texto y Sanchis no menospreció jamás el papel de los receptores. Y digo receptores porque no concibo espectadores pasivos, que aguarden que el teatro del Siglo XXI les provea un sentido dado, liso, llano y que efectúe su tarea y los deje fuera de la cuestión.

En esta puesta, si algo prevalece es la apelación a un “nosotres plural” que reponga sentido porque como bien anunciaba Roland Barthes en S/Z, un texto significa sin césar y varias veces. ¿No es maravilloso? 

Los receptores asiduos y no tanto de teatro, reclaman a sabiendas o sin saberlo conscientemente más, mucho más.

Nadie va a buscar al teatro certezas y si lo hace, es altamente posible que no las encuentre. Derribado hace mucho tiempo el unicato de voces, Zangaro entreteje sin costuras a la vista, una urdimbre de secuencias en las que Ella y Él dialogan y  re-presentan un mundo posible entre dos latitudes que se esfuman. Zangaro elimina las fronteras y un océano y Juan Carlos Ianni dirige con maestría ese texto en el que el lucimiento de los actores es una constelación al servicio de una teatralidad menor que se agiganta conforme transcurre la puesta.

La presencia mágica en escena de José María López con un sólo signo indicial como es su acento castizo juega con la presencia rotunda de Ana María Castel, mesurada como el texto, liviana como una pluma junto a su co-equiper. Del mismo modo, la figura de Guido D´Albo se agiganta con sutileza y lo hace lucir fabuloso junto a Teresita Galimany que opera toda la puesta como un imán para la mirada, sus cambios son casi imperceptibles pero contundentes.

Y, por supuesto, el rol del autor puesto en jaque toda la puesta y a la vez imperioso. 

¿Cómo escribir teatro? ¿Cómo plantar en escena un Chejov hoy? 

Mi respuesta es la intervención, vivificar un clásico es intervenirlo. Salvo en proyectos escolarizables, tan necesarios para que los alumnos conozcan un origen y una tradición.  Hay personajes clásicos que además de conocer de memoria han experimentado malogradas puestas por aquel modo de ceñirse a un “establecido” que no reclama ni el autor original ni el personaje en cuestión. “Sonia” o Astrov” han dejado de ser nombres propios cuando la luz se apaga e inferimos todo de elles.

Por lo tanto, la puesta se agradece, se aplaude y se difunde porque el desafío es enorme y el logro lo es mucho más. 

Transocéanicas es una clase magistral de dramaturgia, dirección y actuación. 

Salir gozoso de una puesta, sentir que hay mucho que pensar sobre ella, estrechar a los artistas en el aplauso sostenido, es mucho más de lo que pedimos críticos y receptores o ambas categorías a la vez.

¿Hay algo más que pedirle al teatro hoy?

 

Ficha Artístico/Técnica

Dramaturgia: Patricia Zangaro

Actúan: Ana María Castel, Guido D` Albo, Teresita Galimany, José María López

Escenografía: Félix  Padrón

Diseño sonoro: Beatriz Vaca Campayo

Diseño De Iluminación: Soledad Ianni

Fotografía: Martín Siccardi

Asistencia: Luis Emilio Cerna Mazier

Producción ejecutiva: Mercedes Kreser

Dirección: Carlos Ianni

Duración: 75 minutos

Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos

CELCIT en complicidad con Vuelta de tuerca (España), con el apoyo de Iberescena, Instituto Nacional del Teatro y Fondo Metropolitano de Cultura CELCIT

 

Moreno 431 (mapa)

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Teléfonos: 4342-1026

Web: http://www.celcit.org.ar

Entrada: $ 1.000,00 - Sábado - 19:00 hs - Hasta el 12/11/2022




Socilto de Otoño de Sebastián Bayot, interpretado por Ana Padilla, por Teresa Gatto