Tick Tick Boom, situada en plenos años 90, cuenta la historia de Jonathan Larson, un compositor de musicales que subsiste en Nueva York trabajando de mozo pero intenta tener una oportunidad en el mundo del teatro musical, por más difícil que se lograrlo.
Por Florencia Ferro
Esta propuesta, dirigida por Ariel Del Mastro, plantea la disyuntiva entre quienes eligen el confort de un trabajo bien pago aunque no sea el soñado y quienes optan por perseguir sus sueños por más que eso traiga consecuencias económicas negativas. Estas dos maneras de vivir, reflejadas en los distintos personajes, contrastan, mostrando los aspectos positivos y negativos de cada uno, a tal punto que el espectador comienza a cuestionar sus propias decisiones de vida.
Tick Tick Boom aborda temas relacionados con problemáticas de la época, como la discriminación a los homosexuales y el estallido de contagios del VIH. Todos estos problemas, tan duros y complejos, perturban a Jonathan, quien posee una mirada un tanto ingenua y le cuesta procesarlos en esta etapa de su vida en la que sigue persiguiendo su sueño. También, está muy presente el miedo al paso del tiempo, cosa que el protagonista padece.
La puesta en escena, a cargo de Ariel del Mastro y Marcelo Caballero, logra consolidar el ambiente del departamento de Larson, desordenado, un tanto sucio y con escasos muebles, colaborando con la comprensión del público del tipo de persona que es y la vida que lleva. Los vestuarios, por Gigi Romano, bien noventeros acordes a su época, resaltan características de la personalidad de los tres personajes. La iluminación, muy completa y dinámica, remarca los momentos indicados generando un impacto en el espectador.
La coreografía, de Gustavo Carrizo, apoya el fluir de la historia de una forma fluida y activa, mientras que los arreglos vocales de Eugenia Gil Rodríguez complementan las voces de los actores para consumar la puesta armónicamente.
La pieza cuenta con una banda en vivo, compuesta por Giuliana Sosa (piano), Juan Pablo Sosa (batería), Leandro Biera (guitarra), Fernando Oviedo (bajo), Pedro Sosa (teclados). Las melodías acompañan a los actores en los números musicales y las escenas, creando un resultado final armonioso. Los actores, Federico Couts, Lucien Gilabert y Pedro Velazquez, ejecutan sus roles de manera tal que el público logra empatizar con cada uno de ellos y sentirse interpelado por lo que va sucediendo a lo largo de la historia.
En síntesis, es una obra que deja al espectador con dudas existenciales y refuerza las previas. Muy acertada por los profundos temas que toca y sus números musicales que harán tanto reír, como sacarle alguna lágrima al espectador.
Ficha Artístico-Técni,ca
Letra y Música: Jonathan Larson
Dramaturgo Asociado: David Auburn
Adaptación al Castellano: Marcelo Caballero, Juan Pablo Schapira y Lucien Gilabert
Elenco: Federico Couts, Lucien Gilabert y Pedro Velazquez
Músicos: Giuliana Sosa (piano), Juan Pablo Sosa (batería), Leandro Biera (guitarra), Fernando Oviedo (bajo), Pedro Sosa (teclados).
Producción Ejecutiva: Lucía Krüsemann, Pedro Bas y Celeste Gamba
Producción Comercial: Juano Fraile
Producción General: FOSA Producciones
Vestuario: Gigi Romano
Dirección Musical y Arreglos Musicales: Giuliana Sosa
Dirección Vocal y Arreglos Vocales: Eugenia Gil Rodriguez
Asistencia de Dirección: Macarena Del Mastro
Coreografía: Gustavo Carrizo
Dirección de Actores: Marcelo Caballero
Dirección de Arte y Puesta en Escena: Ariel del Mastro y Marcelo Caballero
Dirección General: Ariel Del Mastro
Maipo Kabaret