Ay, Camila o el orden al revés por Teresa Gatto





La obra de Cristina Escofet dirigida por Pablo Razuk, alcanza un nivel excelente por la actuación de Cargla Haffar y el compromiso del equipo todo que está al servicio de la puesta. Los sábados a las 20 en Korinthio Teatro.

Por Teresa Gatto

 

 

Ninguna persona me aconsejó la ejecución del cura Gutiérrez

 y Camila O´Gorman; ni persona alguna me habló 

ni escribió en su favor. Por el contrario, 

todas las primeras personas del clero, 

me hablaron o escribieron sobre ese atrevido crimen, 

y la urgente necesidad de un ejemplar castigo,

 para prevenir otros escándalos semejantes o parecidos. 

Yo creía lo mismo”

 Juan Manuel de Rosas 1

 

 

Es la segunda vez que asistimos a ver Ay, Camila de Cristina Escofet, la primera hace 10 años exactos, la segunda en su estreno del día 3 de setiembre próximo pasado dirigida por Pablo Razuk

Ambas puestas diferentes no solamente porque el teatro está vivo y porque no sólo el paso del tiempo sino la mirada de un director distinto operan una diferencia que no mengua la significación y reposición de sentido de la puesta  sino que la hace fluir de un modo diferente. Ni mejor, ni peor. El texto es perfecto.

¿Todo lo que dicen las Cartas que se recopilan como documentos históricos dicen la verdad? Existen dos cuestiones, el acto y la escritura. Rosas no impidió el asesinato de Camila O’Gorman y el sacerdote Ladislao Gutierrez. Pero ¿Lo deseaba? o ¿fue impelido por los operadores de siempre que con más “pecados”, mancebas e hijos bastardos querían un correctivo?

Las sociedades y más en el orden del esquema “patricio” han llevado a cabo innumerables crímenes en pos de la Familia, La Patria y la Propiedad, cuando es ésta última la única que les importó siempre. La familia un decorado, la Patria un surtidor de negocios y la Propiedad en un altar sacrosanto que se multiplica desde tiempos inmemoriales porque el dinero es poder y el poder genera poder. Parece muy fértil por estos lares. Hoy se aprecia exhibido obscenamente.

Pero en esta puesta dirigida por Razuk e interpretada de modo brillante por Carla Haffar, lo lúdico y lo inocente se juegan una partida con el amor para siempre. Haffar le pone el cuerpo a Camila de un modo contundente. La pasea por la historia propia y de su familia y la del país. No falta nada.

La religión que se convierte en confesionario de amor, las picas que portan cabezas de salvajes unitarios, la huída y todo aquello que edulcorado con un melos que la época reclamaba (tal vez) constituían en heroína a una mujer cuya única falta era haberse enamorado de un sacerdote de 24 años, teniendo ella 20.

Aquí no es la historia de un amor “prohibido” lo que se re-presenta, sino los atavismos a los que ser mujer conformó una sujección insoportable, salvo que se decidiera vivir con marido y amante (muy representado en toda la literatura del Segundo Imperio Francés del que Balzac es el epítome, de esas narraciones que ponen de manifiesto que un casamiento por poder, es una escñavitud a medias, si me caso por arreglo económico, ambos tenemos amores reales sin arreglo).

A eso hoy lo llamamos Femicidio por burlar las reglas, o asesinato forzado por el Estado.

Pero Camila no tuvo esa chance.  Había que reforzar el orden y nadie mejor que los laderos para señalar que sin un correctivo el poder del Restaurador caería. 

Por eso no sirvió nada, ni la amistad con Manuelita, entrañable (Manuela Robustiana Ortiz de Rozas) hija de Juan Manuel, ni siquiera el edicto que impedía no fusilar a mujeres “preñadas".

Señala Sussana Rotker en Cautivas, Olvidos y Memorias en la Argentina2, que la mujer raptada por un malón, sin posibilidades de hacer nada, no podía regresar a la comunidad. Estaba excomulgada, fuera del círculo social y condenada a un encierro en un convento con votos de silencio. Es decir, la culpa proyectada sobre la víctima.

Todas las emociones del amor, la familia, el embarazo y captura de los amantes pasan por el cuerpo de Haffar y en ese sentido, en el postrero momento además de la muerte de su amor, clama por la vida que lleva en el vientre (un embarazo de 35 semanas). En ese sentido, el cuerpo de la actriz, su instrumento privilegiado, su voz con todos los registros desde la felicidad al dolor son milimetrados por Razuk, dado que sería altamente probable pasarse de energía con lo se re-presenta. Sin embargo, la energía estalla cuándo y cómo debe, su voz es un placer en cada sentimiento que expresa.

Carla Haffar es un brillante descubrimiento para esta revista y el crecimiento de Razuk ya no puede impresionar a nadie que no haya seguido su carrera. Siempre por más y mejor. 

El diseño de escenografía y vesturario de Alejndro Mateo, se lleva perfecto con el diseño sonoro de Sergio Vainikoff que además crea climas maravillosos sin intentar manipular al espectador, sino, en cambio llevándolo con lucidez en el viaje de O'Gorman. 

Ay, Camila regresa a recordarnos que la intolerancia de hoy, el odio de hoy, el resentimiento de muchxs triunfadores a la violeta, no son más que nuevos brotes de la simiente maldita que fundó la Nación y dio origen a la Literatura Argentina. Sangre, mutilación y opresión. 

Ver esta puesta es casi un imperativo para interperlarse sobre el estado de cosas que casi 200 años después nos acosan desde el subsuelo más oscuro que se pueda imaginar.


Juan Manuel de Rosas a Federico Terrero. Southampton, 6/III/1870, en Ídem, p. 368. Erróneamente Bilbao y Reyes citan esta carta fechada en 1880

2 Rotker Susana,  CAUTIVAS OLVIDOS Y MEMORIAS EN LA ARGENTINA, Editorial: LOS CUADERNOS DEL DESTIERRO, 2004, Bs. As.

 

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Autoría: Cristina Escofet

Actúan: Carla Haffar

Vestuario: Alejandro Mateo

Escenografía: Alejandro Mateo

Maquillaje: Cholumakeap

Diseño de luces: Leandra Rodriguez

Multimedia: Pablo Cernadas

Banda de sonido: Sergio Vainikoff

Fotografía: Pablo Cernadas

Arte:Ariel Chavarría

Comunicación: Marcos Mutuverria 

Diseño gráfico: Pablo Cernadas

Asistencia técnica: Ariel Chavarría

Asistencia de dirección: Caro Peralta

Prensa: Marcos Mutuverria

Producción: Ktp Korinthio Teatro Producciones, Pablo Cernadas

Dirección general: Pablo Razuk

Clasificaciones: Teatro, Adultos

KORINTHIO TEATRO

Charcas 2737 1ro A (mapa)

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Teléfonos: 1166601918

Web: http://www.korinthioteatro.com.ar

Sábado - 20:00 hs - Hasta el 29/10/2022

Los Compadritos, de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Gerardo La Regina. Por Teresa Gatto.