Dirigido por el legendario Rudy Chernickof, Aguirre se presenta por 3 únicas funciones en la Sala Korinthio a las 20.00 hs para repasar, invocar y asediar los poemas que las musas les dictaron a los enormes escritores de ayer, hoy y siempre.
Por Teresa Gatto
La gacetilla de este espectáculo no se priva de nada, y nos interpela: "¿Puede un espectáculo reconciliarnos con la poesía, redescubrirla, volver a emocionarnos con ella?
PE- ¿Sabemos que un mundo regido por el pragmatismo no es fácil interpelar los sentimientos tan profundos que un buen poema evoca e invoca. ¿Cómo creés que el público te ha dado este lugar, qué herramientas has utilizado, sabiendo que estudiaste interpretación para convertir tu trabajo en un llamado a asediar a Baudelaire, Bukozki, Pizarnik, Le Luthiers, Idea Vilariño, me refiero a si el espectáculo tiene un hilo conductor (sin adelantar nada) pues lo veré el día 6 de mayo, decía lo pensaste como una cadena de sentido?
RCA- El mundo se rige por el pragmatismo y la lógica, pero llega la poesía y te plantea la contradicción, la imagen imposible (“amarrada a la lluvia”) y te desbarata. Y te hace ver lo que no es evidente, lo que brilla debajo del carbón. El problema es que a veces el lector tiende a tomar el poema como un acertijo, y no lo es. Billy Collins decía que lo que se suele hacer es atar al poema en una silla y pegarle con una manguera hasta que confiese. Bueno, no es la manera. El poema puede comunicar antes de ser entendido desde la lógica, su intención es más antigua que el lenguaje mismo. Entonces tampoco hace falta un armado muy racional para comunicar poesía, aunque sí, hay un armado subyacente, que es una agrupación temática: el amor, el desamor, el sexo, la muerte. La idea es simplemente compartir belleza con el público, que el que escucha sienta que una palabra le puede cambiar la vida. El espectáculo en términos teatrales es sumamente austero: no tiene música, no tiene efectos especiales, no tiene video, nada memorable en lo escénico, ni siquiera intenta ser memorable en lo interpretativo, porque quería que el protagonismo absoluto estuviera puesto en la palabra. Lo que sí puedo adelantar es que hay humor, mucho humor.
PE- Y en torno a la cadena semántica que se constituye con poetas del fuste de Pessoa o Girondo (mi adorados), Galeano, sospecho que tu director, Rudy Chernicof, ha incidido no sólo en el orden ¿O el orden para provocar sentido es tuyo y Rudy ha puesto su mano para dirigirte en lo actoral/interpretativo?
RCA- Rudy con su experiencia inigualable como monologuista, con miles y miles de representaciones de sus unipersonales en decenas de países e incluso en diversas lenguas fue un aporte esencial al armado del show, especialmente por lo que comentaba antes de que es un espectáculo sumamente austero. Rudy aportó sabiduría y precisión, especialmente en ciertas partes del show. Además me motivó mucho para que mi historia personal fuera parte del show, cosa que a mí no me parecía tan interesante, tal vez porque la conozco bien y no me parece sorprendente. Pero Rudy me hizo ver que es una historia extraordinaria – la del amor de mi madre por los poemas de mi padre y todo lo que eso desencadenó, la relación con mis hermanos, etc. – que suma. Trabajar con Rudy es un lujo porque además de ser una gran persona es un director de interpretación increíble y le estoy muy agradecido.
PE- Creo que si el mundo leyera o escuchara más poesía sería más atemperado y menos oscuro. Adhiero a la hipótesis de Derrida de que la poesía se ha hecho para ser leída en voz alta, como si el poema reclamara esa voz, ya no del poeta sino del grito, aullido o susurro que lo coloca en un lugar “otro” para ser escuchado por quién emite y por cualquier otro auditor que con la sensibilidad a flor de piel esté dispuesto a quedarse en esas palabras a descansar. ¿El poema reclama, te reclama, te llama, como un perentorio dueño de sentidos múltiples?
RCA- Bueno, lamento desilusionarte pero a mí me gusta mucho leer poesía en silencio, para mí. Y creo que hay poemas que merecen la intimidad de la voz interior. En otros casos podríamos estar de acuerdo, hay poemas que reclaman que uno se suba a un banquito y empiece a recitar a los gritos. Pero no sé si me gustan tanto esos poemas. No obstante, lo que sí quiero es compartir los poemas que me gustan, las perlas que fui juntando con los años, y eso amerita una lectura en voz alta. O susurrante, como quería Derrida. Aunque no sé si lectura es la palabra: lo que busco es conectar con el propósito del autor, convertirme en el autor y transmitir su intención. Lo cual es muy difícil, porque una lectura en el fondo es una reescritura. Pero cuando se logra es maravilloso. Yo lo que quiero es que el público sienta que esos versos lo tocan, fueron escritos para ellos. Porque es así: toda la poesía fue escrita para nosotros, y nunca terminará, como decía Edgar Bayley, es infinita esta riqueza abandonada. Es hora de dejar de abandonarla, y disfrutarla. Bienvenidos al placer de la poesía.
PE- Gracias Raúl. Recordemos que agregaron una función y te presentas en Korinthio Teatro hoy viernes 29 de Abril, el 6 y 13 de mayo a las 20.00 hs. Yo asistiré el día 6, sin falta. El espacio es justamente el indicado para lograr ese clima íntimo y cálido que el poema reclama.
*Formado en Análisis de Sistemas, es escritor, poeta, actor, emprendedor y conferenciante. Vivió en Santa Rosa (La Pampa) y Buenos Aires en su juventud y