Luego de su estreno en 2021, Una obra para mí ha vuelto con una segunda temporada en el Espacio Callejón los viernes a las 22.30 horas.
Por Denise Pieniazek
"…Cuando se nos induce a creer en esta verdad,
entonces el teatro y la vida son uno.”
El espacio vacío, Peter Brook.
Una obra para mí, creada por Sebastián Suñé, es una teatralización del proceso creativo de un autor (Yo) que, convocado por un festival, se embarcará a escribir una autoficción o biodrama, a partir de un hecho doloroso en su vida que incluye a su novio (Él). Mediante una estética metateatral que reflexiona sobre el teatro y la exposición de los mecanismos de la creación poética -dos cualidades propias del teatro posmoderno- se narra la historia de amor entre Él y Yo, los dos únicos dos personajes de la obra, que por momentos parecen fundirse metafóricamente en una sola entidad.
Una obra para mí oscila entre la comedia y la tragedia, los dos géneros principales del teatro. Lo cual es doblemente significativo en dicha pieza, donde, por un lado, se piensa metadiscursivamente la puesta en escena a través de los géneros que estuvieron presentes desde el origen del teatro y simultáneamente la génesis de Una obra para mí que se divide estructuralmente en tres planos de base: el autor, el personaje de Yo (alter ego del autor) escribiendo la obra y la historia de amor entre los personajes Yo y Él. En dicho sentido, hay una construcción dual, la representación dentro de la representación, el teatro dentro del teatro. En adición, al tratarse de un biodrama hay también una presencia autorreferencial -otra característica del teatro posmoderno- que a su vez introduce la vida dentro del teatro. El biodrama tiene la particularidad de problematizar los límites del teatro, repensando las nociones de personaje y de representación, por ende, Una obra para mí nos invita a reflexionar: ¿Hasta dónde llegan los elementos de la realidad y hasta donde los ficcionales? ¿Todo lo que ocurre en la vida deviene en narración? ¿Qué es más verdadero, la realidad o la ficción?
En dicho sentido, la obra teatral juega constantemente con la figura del doble en los dos planos estructurales distintos antes descriptos. Mediante esa fusión identitaria entre Yo y Él -la cual no funciona solo desde el estatuto de los personajes, sino que es además metáfora de la unión amorosa entre ambos- se sitúa constantemente y de forma lúdica en escena el interrogante ¿Quién narra lo que se narra?
Una obra para mí se sirve del relato anacrónico, para representar a través de una suerte de rompecabezas que posee una articulación similar al montaje cinematográfico. Como pieza posmoderna, desintegra el discurso en distintas unidades para que luego, mediante la acumulación y la reconstrucción, el espectador de sentido y forme parte de la semiosis infinita que posibilita el arte. Además de alternar entre la comicidad y el drama, la obra apuntala dicha articulación en otros pares “opuestos”: vida-muerte, amor-odio, ficción-realidad, teatro-vida. En dicho sentido, un procedimiento interesante y funcional a la puesta en escena es la incursión de las “viditas” (no azarosamente llamadas como diminutivo de vida) que son secuencias cercanas al teatro de varieté, con el objetivo de distender la tensión dramática del espectador, mediante la comicidad efectiva del carisma y trabajo corporal de sus intérpretes (Francisco Bertín y Sebastián Suñé), a través de la gestualidad exagerada, medida que remite a los modos exacerbados del teatro popular y posteriormente al género musical, produciendo una divertida fusión entre lo cómico y lo patético.
En conclusión,Una obra para mí es una pieza de teatro independiente que logra satisfactoriamente conmover al espectador tanto desde la risa como desde la congoja, logrando disparar toda clase de emociones sin dejar en el espectador una sensación de confusión o angustia. Por el contrario, mediante una puesta en escena que juega con presentarse como una especie de búsqueda o work in progress y con un espacio minimalista cuyos elementos son resignificados constantemente, sin dudas logra afectar al público en el más grato sentido, porque como enuncia con ironía la propia obra “el teatro-off compensa la falta de recursos con ingenio”, y en este caso también con sensibilidad.
Ficha Artístico/Técnica
Dramaturgia: Sebastián Suñé.
Dirección: Lía Bagnoli y Sebastián Suñé.
Actúan: Francisco Bertín y Sebastián Suñé.
Iluminación: Alejandro Le Roux.
Música original: Juan Pablo Schapira.
Coreografía: Valeria Narvaez.
Vestuario: Laura Staffolani.
Proyecciones: Lucas Santa Ana.
Producción ejecutiva: Rocío Gómez Cantero.
Asistencia de dirección: Vanina Cavallito.
Diseño afiche: Marina Álvarez.
Fotos: Nacho Lunadei.
Prensa: Soy Prensa.
Funciones: Viernes 22.30h en Espacio Callejón (Humahuaca 3759), desde el 4 de febrero hasta el 6 de mayo (inclusive).
Entradas por Alternativa Teatral: https://publico.alternativateatral.com/entradas75809-una-obra-para-mi?o=14