Preferentes y Promiscuas



De Tiburones y otras Rémoras de Sergio Villanueva (España) con actuaciones que nos regresan a un pasado (?) que es presente, dado que la promiscuidad de las entidades financieras no sucumbe jamás, con excelentes actuaciones y una dirección milimétrica, hacen de esta obra un imperdible espectáculo que interpela incluso hasta al más inescrupuloso

“Lo relevante en la mentira no es
nunca su contenido,
sino la finalidad del mentiroso”
Jacques Derrida

 

A nadie que transite por estos lares se le escapa que cuando llegan ciertos idearios al poder, hay una porción que comienza un sufrimiento sin fin. Aquí o en España de donde es originaria esta obra, las entidades financieras siempre ganan sumas multimillonarias, mientras que los clientes se van al desahucio, al veraz, a la quiebra, al hambre, a la indigencia ¿sigo?

La puesta comienza cuando Romi Pinto nos  da una clase sobre el significado y descripción de rémora. Verá que todxs conocemos alguna o varias.

1. Pez marino de 35 a 90 cm de longitud, color gris o negro, cuerpo alargado casi cilíndrico, aletas largas y espinosas, y escamas pequeñas; se adhiere fuertemente a los objetos flotantes o a otros vertebrados acuáticos gracias a un disco oval que tiene sobre la cabeza, para ahorrar esfuerzo en sus desplazamientos y alimentarse de despojos; hay varias especies; es voraz y vive en aguas tropicales. "antiguamente se creía que las rémoras podían detener los barcos"

2. Obstáculo físico o inmaterial que impide o dificulta un proceso, un proyecto o una acción. "Esta limitadísima extensión del mercado interior significaba una fuerte rémora para el establecimiento de una industria nacional; despréndete de esas rémoras"

Las rémoras existen, tal vez porque existen los escualos, aquellos peces de gran porte que les permiten vivir, coloquialmente hablando, del esfuerzo del otro. Así Iván Steinhardt, en un cambio de escena, gerente, posiblemente o director de una entidad financiera,  llama a su empleada que ve tambalear su trabajo y con ello parte del bienestar de su familia, y en  su despacho le ofrece comenzar  a ofrecer (vender, esquilmar, trampear) una acciones preferentes.

Preferentes y promiscuas porque va de suyo que no tendrán rentabilidad óptima y que son una inversión de alto riesgo.

¿Qué hacer? Si decide no hacerlo está en la calle y si lo hace es una estafadora más de esas que por omisión o con conocimiento son capaces de vender lo que sea a costa de salvar el empleo y con ello la vida. Aquí sabemos de sobra cuál es el destino de un desocupado.

Es muy impactante la destreza de Romi Pinto, sus ojos dicen más que mil palabras, su gestualidad corporal toda, muestra esa duda, esa ambivalencia y es incomodidad que aunque  adopte rasgos de comedia, está orgánicamente mostrando a las claras que sabe que algo huele mal en tesorería.

Por su parte Iván Steinhardt, compone a un Jefe que con enorme sutileza amenaza sin explicitaciones, parece que aconseja pero coacciona.

¿Cómo pasar la prueba sin ser un tiburón más? O ¿Cómo no ser una rémora del sistema que se come las sobras y lo que viene de arriba?

De este modo, esta tragicomedia que conocemos sólo en forma de tragedia en el país del “Corralito”, en el país de “Votaste mal ahora vas a ver lo que te hago con el dólar” y en otros como en los paraísos fiscales de las Bit Coins, o las diversas burbujas hipotecarias de varios países, De tiburones y otras rémoras ofrece momentos brillantes, plenos de humor sarcástico y negro porque sabemos cómo termina el distraído que se deja convencer por ese humo de las Acciones Preferentes que son tan promiscuas como el neoliberalismo que les da vida y oportunidad.

Ambos artistas lo dejan todo en pos de no exagerar nada, de coaccionar uno y de tener la necesidad de decidir el otro porque si hay algo que tiene la promiscuidad es que muchas veces se topa con los débiles éticos y usa de carnada a los ávidos con 3 pesos de ahorro que no verán nunca más. María Wainer, su directora sabe muy bien qué mostrar y hasta dónde explotar el histrionismo de sus artistas, convertidos en criaturas orgánicas y codiciosas.

El vestuario es adecuado, la economía de recursos escenográficos es perfecta porque aquí lo que importa es el juego de poder del que son  parte los protagonistas.

Antes de ver la obra, le haya ido bien o mal en la llamada “timba financiera”, aquella de la que Julio de Grazia se preguntaba en La Plata Dulce de 1982 (Film de Fernando Ayala), de enorme actualidad durante los pasados 4 años ¿Cómo trabaja la Plata? Luego de dejar el producto de su fábrica diezmada por la importanción,  en una financiera, en la que  le aseguraban que poniéndola a trabajar para los buitres de siempre, tendría más rédito que si la invertía en empleo.

Estimado lector, asista este jueves a las 20.30 a ver De tiburones y otras  rémoras y luego interpélese, magos ya no quedan ni  en el circo. Sólo hay escualos y vividores de éstos. Lo demás como siempre, cuando circularmente caemos en el neoliberalismo, son frases motivadoras que usted no debería estar dispuesto a creer.

Y como esta obra conforma un díptico, también de Sergio Villanueva, aproveche y vea ambas por un precio más que accesible. El Mal de la Piedra sube a escena los sábados . Puede verlas juntas o separadas, pero todo, le aseguro, tiene que ver con todo.

 

Ficha Artístico /Técnica

Autoría: Sergio Villanueva
Actúan: Romi Pinto, Iván Steinhardt
Vestuario: El Vacío Fértil Compañía Teatral
Iluminación: Marina Wainer
Diseño de escenografía: El Vacío Fértil Compañía Teatral
Fotografía: Guillermo Acosta, Alejandra Del Castello
Diseño gráfico: Guillermo Acosta, Romi Pinto
Prensa: El Vacío Fértil Compañía Teatral
Producción: El Vacío Fértil Compañía Teatral
Dirección: Marina Wainer

PATIO DE ACTORES
Lerma 568 
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4772-9732
Web: http://www.patiodeactores.com
Entrada: $ 350,00 / $ 300,00 - Jueves - 20:30 hs - Hasta el 27/02/2020

Los Compadritos, de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Gerardo La Regina. Por Teresa Gatto.