Por Teresa Gatto
"cada vez: el veneno más
cada vez: la amargura más.
cada vez: hombres y mujeres. esa mujer.
por eso que mis insultos
latigazos. por eso que mis insultos cachetadas:
los explotadores.
en plena cara. que les hagan. porque yo.
porque conozco:
hombres y mujeres: les han hecho el dolor.
les han hecho la miseria.
son almas. les han hecho la persecución.
les han hecho la injusticia
por eso afónica.
por eso: qué hacer.
por eso qué: cueste lo que cueste.
por eso qué: caiga quien caiga"
Leónidas Lamborghini. Eva Perón en la Hoguera, Frag. XIV.
El 29 de marzo próximo pasado, se presentó en el Instituto Nacional Juan Domingo Perón (Austria 2593, CABA) el libro de Daniel Dalmaroni* ¡Perón Vive! Cuatro Obras Peronistas, con la presencia del histórico dirigente peronista Lorenzo Pepe y la intervención como entrevistador del periodista Pablo Caramello, el autor lanzó su tan esperado compilado.
Hace algunos años Daniel Santoro, el artista plástico, corroboraba en una entrevista que tuve el placer de hacerle, que el Peronismo (mi sospecha se confirmaba) era el Gran Relato Nacional, la idea se centraba en esta suerte de continuum histórico que perpetuaba, no sólo el advenimiento de un movimiento popular, sino los signos, símbolos e iconos que como un rizoma se volvían plurisignificantes a través del tiempo. Santoro trabajaba la figura de Evita porque la consideraba mucho más icónica que la del propio General Perón.
En el magnífico prólogo del Dr. Esteban de Gori (Dr. En Ciencias Sociales por UBA), algo de aquello que conversamos con el artista plástico se hace evidente. Para él, el peronismo es una ?fuente inagotable de narraciones, ficciones e imaginaciones?.
Y como punto de coincidencia habría que revisitar no sólo todo el capital simbólico que aportó el peronismo a las Artes sino también, y, a pesar del paso de los años, cómo sus figuras son homenajeadas cada año por sus adherentes, militantes y cuadros, en cada aniversario no sólo de triunfos sino de calvarios ampliamente conocidos. Dice Esteban de Gori "El Peronismo es una Pompeya permanente"
Y no se equivoca ni un ápice. Ya que, si establecemos "una zona vagamente común"[i], podemos dejar atrás lo sabido. Dalmaroni está en el Siglo XXI, narrando para representar y lo ampliamente conocido es dejado de lado para acechar las esquirlas que todes los que militaron, adhirieron y siguen adhiriendo o negociaron, estafaron y manipularon, han cargado desde hace décadas hasta este preciso instante en que estas líneas son redactadas.
Hablamos de ¡Perón Vive! Cuatro Obras Peronistas, Dalmaroni no esconde nada, le dedica el libro a sus hijos: Que saben que el peronismo es lo mejor que puede pasar? [ii]
El volumen está compuesto por Estado del tiempo, Juego de Manos, La Comunidad Organizada y El Secuestro de Isabelita.
En Estado del Tiempo el lector/espectador se mece entre la una suerte de posible ucronía que no es tal. El "tiempo" que se metaforiza como atmosférico va tomando una dimensión apabullante en la historia de Rodolfo Maldini o Rodolfo Carrasco. Y Villa del Parque es esa zona vagamente común en la que, cercana a Devoto un hombre pierde la memoria. ¿Un recuerdo es algo que uno tiene o algo que perdió? Esa pregunta que hace tiempo me hago a través de un film, me persigue como a Rodolfo que no recuerda y que víctima de su maleable desmemoria y de las dos mujeres de su vida, convierte un atardecer en un infierno. La obra acumula sin ninguna exageración un sinnúmero de nodos de significado que no hacen más que interpelar al receptor sobre qué cosas podemos olvidar una vez y cuáles no podremos olvidar nunca, esos nodos tejen una red infinita. El juego de los personajes enfrentados y a la vez aliados o viceversa, es una puesta en abismo de lo que el movimiento peronista se alimentó siempre. Y es además un escape nuevo. Los juegos de palabras ?pensión/prisión? se convierten en núcleos que se interconectan formando una red semántica en la que se elide lo ya sabido y se representa desde la metaforización siempre lograda. La vergüenza que los años de plomo de la dictadura era haber permanecido vivo luego de la ESMA, aquí se lleva al plano del absurdo, es interesante notar que no hay acto heroico más inútil que aquel en que al inmolarnos no sirve o no se entera nadie. Nada más ridículo que una huelga de hambre en la clandestinidad.
Lo cierto es que los tres personajes siendo antihéroes conforman del mismo modo un programa narrativo para la representación con características bien marcadas que los hacen tributarios de sus ideologías y omisiones. Dan cuenta del tiempo en que viven y vivieron, sin situar, porque como señala Gori en el prólogo, Dalmaroni trabaja sobre ciudades inestables, lo verdaderamente disfuncional es este suelo y los ciclos que el peronismo cumple alternando la felicidad con la desgracia. La libertad con la cárcel. El ser convicto con un indulto presidencial.
Estado del Tiempo es una obra en la sin hacer expresas menciones, elidiendo los signos, símbolos e íconos, deja percibir que se está detrás de un drama peronista. Pero con una vuelta de tuerca, se pliega sobre ladesaparición de una tijerita.
En Juego de manos, la obra está a punto de ser siempre un thriller y también un policial negro en fracaso. Porque sus personajes son torpes. Una mujer bella, un exonerado cabo de la Federal en un hotel de mala muerte, en una ruta perdida del conurbano bonaerense. El dueño del cuchitril aficionado a colecciones fetichistas y voyeur serial, es descubierto por su pareja que le reclama sus aficiones en el rol de una Susanita engañada cuando lo verdaderamente importante está por llegar. Corre 1987 y el receptor se las arreglará para saber no sólo cuál fue el hecho más atroz de ese año, sino también para abrir una nueva constelación que en Argentina no tiene edad. Las ocasiones en el juego cambia de manos y los minutos en que puede triunfar uno u otro bando alcanzan dramaticidad para la representación y a la vez, muestra lo precariedad intelectual que con avaricia (como hoy) cometen actos atroces sin la menor noción ya no de la ética, sino del concepto de Justicia. En esa puja por el tesoro que los pasajeros tienen y de la que el dueño se apropia se registra una manipulación nada nueva. Sólo recordar el tránsito de Evita, su profanación y las múltiples humillaciones que sufrió hasta descansar debajo de un muro de acero que los militares obligaron a sus hermanas a sellar en la bóveda, dan cuenta de que en Argentina hay un tema con los cuerpos irresoluble. La disputa en que ambos bandos se injurian con la palabra pervertido, no hacen más que reforzar el significante cuerpo que está vacío pero resuena, se traslada y se seguirá trasladando infinito.
La poca monta de los ladrones que empezaron como descuidistas y planearon un golpe maestro que no se ha resuelto aún, es otro modo del absurdo cuando hace 31 años que "eso" que falta, sigue sin tener una pista. El Peronismo siempre estuvo acechado por codiciosos, a veces por fuera, otras por dentro, como se ha demostrado en las defecciones de los últimos 3 años de Neoliberalismo salvaje. Por eso, si desaparece un botín, el codicioso encuentra definitivamente otro con la misma torpeza del principio y sin ninguna certeza del final.
Llegamos a la tercera de las Obras La Comunidad Organizada que tiene como epígrafe una frase de Juan Domingo Perón referida a la Juventud. Desconozco la fecha de la cita pero asumo que fue antes de echar a Montoneros de la Plaza. Hecho que me corroboran los personajes. El paso a la clandestinidad de Montoneros aplica aquí casi en analogía con el desbande las organizaciones que desde 2002 hasta 2015, fueron los soldados y que como jóvenes que nunca habían perdido una elección padecieron y tal vez no escucharon en su más cabal contendido algo que el líder no tuvo tiempo de explicar. Un discurso de Néstor Kirchner a la militancia en el que decía "No queremos tropas disciplinadas que a todo digan que sí. Queremos tener compañeros y compañeras que piensen, que nos digan la verdad, que tengan capacidad transgresora, que nos ayuden a equivocarnos lo menos posible."[iii] Los personajes de la obra siguen hablando de Orga, Responsable, Tercera Posición abandonada, Diario Noticias y muchos otros signos que no sólo dan cuenta de cómo una organización con afanes libertadores y de equidad se fue al demonio con el auto salvataje de su jefe máximo, sino además como ya no es posible obtener réditos del secuestro para sostener a la propia organización, se recurre al hurto, Bunge & Born, al cuadrito o la antiguedad. Una parodia en el más cabal sentido. Dos jóvenes y una cuasi adolescente planean desvalijar una casa de clase media alta. No sería la primera vez que quién entregue el botín sea de la familia, rebeldía, clase media alta, Asociación Católica Argentina y demases, son los padres de Tacuara que luego viró a la izquierda como se puede verificar en casos emblemáticos del trotskismo o marxismo al peronismo. Son novatos. Son irreverentes pero miedosos. Las cosas cuando llega un cuarto personaje se van de las manos y pasan cosas (Sic). Lo interesante aquí es el uso de la palabra "milagro", miracolo en italiano. Esa palabra es clave para comprender como la condición de posibilidad de la narración reside en ese éxito inesperado porque si hay algo que está claro, ahora y desde hace 70 años es que los Argentinos perdemos la memoria con una facilidad escabrosa. ¡Miracolo!
El secuestro de Isabelita es la última obra de este compilado de obras peronistas. Y casi podría constituir una saga de la anterior ya que 3 de los personajes reaparecen. El día 24 de diciembre de 1975, el general Videla había pronunciado un discurso luego del ataque a Monte Chingolo a manos del ERP, en que ya se daba curso a los 3 decretos de aniquilamiento de la subversión firmado por la entonces Presidente de la Nación María Isabel Martínez de Perón y varios de sus inefables ministros. También se ponía en ese enunciado la fecha límite, 24 de marzo de 1976. El terror.
Secuestrar a Isabel a principios del 76' aparece en la obra de Dalmaroni como el deseo de muchos, no sólo de organizaciones armadas. Nuestros desaparecidos sólo en 1975 rozaron las 400 almas. De modo que un grupo desprendido de Montoneros integrado por 3 de los personajes de La Comunidad Organizada se da a la tarea de llevar adelante la temeraria tarea de secuestrar y tolerar a Chabela. Todo se desata como siempre en el conurbano y en un juego de espejos que se multiplica hasta el infinito, Isabel no es quién creemos, Perón tampoco murió en Buenos Aires y ha sido reemplazado por Lopecito antes de arribar al país y acceder a la Presidencia con la renuncia de leal Héctor Cámpora. Las cosas se ponen cada vez peor porque este desprendimiento de Montoneros formado por gente de las FAP, y otras organizaciones no puede solucionar nada si emitir las palabras mágicas: Juicio del Tribunal Revolucionario, como si hablaran del Tucho Valenzuela. Así, en espejo como la secuestrada con la supuesta Isabel Martínez y el propio Perón que será Holgado en la Argentina y representará el papel del General, la ficción se enrolla en sí misma en un juego de simulaciones, dobles y metaficciones que hablan de la Historia fallida y del teatro. Finalmente, todos son personajes que juegan un rol. Más allá de los nombres de guerra que caracterizaron a todas las células, la falta de adiestramiento, el exabrupto del accionar, la desesperación por no perder el sueño revolucionario, hacen que los personajes se recriminen por tener vínculos interpersonales, por fumar un porro o por no escuchar. Perón/Pavón,Perón/Holgado, mucama/compañera-trabadora,el Brujo/Lopecito, nombres de guerra/nombres reales, abisman la precaria identidad de los personajes y rememoran la confusión y/o certezas que aún no conseguimos desentrañar. El amor/odio al Pepe Firmenich, la necesidad de trascender en un juego peligroso que juegan como niños a la payana, interpela desde muchos espacios no sólo del acontecer político sino también desde el conocimiento histórico. ¿Dónde murió Aramburu? ¿Quién lo asesinó? ¿Qué intercambios se realizaron por él vivo o muerto? ¿El Pepe es un líder o un traidor de compañeros?
Aquellas cuestiones que nos debemos pensar, ya no sólo como adherentes, militantes u opositores (aunque la oposición parece padecer hoy un marasmo intelectual rayano en el analfabetismo político) son las que nos adeudamos todavía y que la Obra de Daniel Dalmaroni con sus rizomas y disparadores no puede ayudar a pensar. Al lector ávido de preguntas le pueden resultar pistas de acceso a verdades que desconoce. Al que ama la Historia un modo de volver a pensar todo desde el 55' en adelante, y al receptor que no sabe adónde pararse o lo tiene clarísimo, las 4 piezas pueden ocasionarle desde la más sublime tristeza hasta la más espontánea risa e hilaridad. Todo eso sin cesar y varias veces.
Dalmaroni, Daniel, ¡Perón Vive!, Cuatro Obras Peronistas, Ed. Ciccus Literaria, Buenos Aires, 2019.183 pg.
*Daniel Dalmaroni Daniel Dalmaroni es dramaturgo, guionista y narrador. Nació en La Plata, en mayo de 1961. Vive en la ciudad de Buenos Aires. Realizó estudios de actuación en la Escuela de Teatro de La Plata, investigación teatral junto a Francisco Javier, dirección teatral con Carlos Rivas y dramaturgia con Ricardo Monti, en Capital Federal.
Ha escrito las obras "Burkina Faso", "New York", "Una tragedia argentina", “Cuando te mueras del todo", "La vida de los demás", "Maté a un tipo", "Como blanca diosa", "Los opas", "El secuestro de Isabelita", "Las malditas", "Lucha libre", "Una de espías" y "Splatter rojo sangre".
"New York"se estrenó en Buenos Aires en 2003 bajo la dirección de Villanueva Cosse con actuaciones de Jorge Suárez, Juan Palomino, María Figueras y María José Gabín.
"Cuando te mueras del todo" fue estrenada en marzo de 2005, en el "Chacarerean Theatre" de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la dirección de Lía Jelín.
Dalmaroni obtuvo el Tercer Premio Municipal de Dramaturgia (CABA) Bienio 2002-2003, con la obra "New York".
Además, obtuvo el Premio "ARGENTORES- ESTRELLA DE MAR 2008" a la Mejor Obra de Autor Nacional por su obra "Maté a un tipo".
Con "Una tragedia argentina" mereció la Primera Mención en el Concurso Nacional de Dramaturgia 2003 del Fondo Nacional de las Artes.
En 2006 recibió la Primera Mencón del Concurso Nacional de Teatro de Humor, organizado por la Biblioteca Teatral Hueney, con su obra "Maté a un tipo".
"Una tragedia argentina" fue estrenada en 2006 en el Teatro El Piccollino, con dirección de Alejandro Casavalle. "Burkina Faso" fue estrenada en Buenos Aires con dirección de Jorge Brambati en 2006.
"Maté a un tipo" se estrenó en La Plata con dirección de Diego Aroza y en Buenos Aires con dirección de Justo Gisbert. Esta obra tiene hasta el momento más de 15 versiones en el mundo.
"Splatter rojo sangre, una comedia nacional clase "B", se estrenó en octubre de 2008 en Beckett Teatro de la ciudad de Buenos Aires bajo su dirección.
Sus obras "Una tragedia argentina", "New York", "Maté a un tipo", "La vida de los demás", "Cuando te mueras del todo" y "Burkina Faso" fueron editadas por Editorial Corregidor en 2006.
"El secuestro de Isabelita" se estrenó en abril de 2010 en el Teatro del Pueblo de la Capital Federal, bajo su dirección.
"El secuestro de Isabelita" obtuvo una nominación a los Premios Teatro del Mundo que otorga la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 2010.
Sus obras han sido traducidas al inglés por Jean Graham-Jones de The City University of NEW YORK.
Seis de sus piezas teatrales han sido traducidas al portugués en Curitiba-BRASIL.
Es autor, además, de las novelas "Yo lo toqué a Karadagián", Ed. Ultimo Reino, Buenos Aires, 1999, "Sentido figurado" y "Música moderna" (inéditas)
Sus obras teatrales han sido estrenadas en Buenos Aires, Mar del Plata, La Plata, Tucumán, Córdoba, Salta, Santa Fé, Santa Cruz, La Rioja, Mendoza, San Luis, Tierra del Fuego y La Pampa de Argentina y en Montevideo, Uruguay ; Guayaquil, Ecuador ; en Madrid y más de 20 ciudades del interior de España y San Pablo, Brasil.
Como guionista escribió, junto a la autora Erika Halvorsen, la cibernovela "Amanda O", producida por Dori Media Group, con los protagónicos de Natalia Oreiro y Luciano Castro.