Por Teresa Gatto
“Descansa cinco minutos antes de su llegada para que te encuentre fresca y reluciente.
Retoca tu maquillaje, ponte un listón en el cabello y luce lo mejor posible para él.
Recuerda que ha tenido un día duro y sólo ha tratado con compañeros de trabajo”
Guía de la buena esposa. 11 reglas para mantener a tu marido feliz. España, 1953
El patriarcado jamás pensó que la herida que la harían las teorías de género serían mortales. Tampoco contaba con las redes sociales, esos no lugares que sólo tienen IP, en los que la gente se “conoce”, “se gusta”, “se hurga”, “se dice palabras de amor” pero nunca se toca. Así, estimados, no hay especie que aguante.
Por eso, en el 2300, el hombre se ha extinguido, parece que sólo queda un ejemplar criogenado que Marilyn y Dorys esperan con ansiedad para complacerlo y así tratar de propagar la especie humana.
Raquel Albéniz ha tejido sabiamente un texto maravilloso en tanto es efectivo y reidero pero que no deja afuera la reflexión más rotunda sobre como hace solo 70 años y aún hoy, las mujeres se piensan geishas y se amparan en el poder masculino para que la vida siga adelante. Otras para que su vida siga adelante y su deseo de manutención lo haga.
Lo cierto es que Marilyn, espléndida y glamorosa como su homónima del triste final de Hollywood en la piel de la siempre efectiva María Forni, y Dorys, tan idéntica a su también homónima de las comedias de finales felices y amores para siempre, a cargo de una impecable Analía Sánchez, esperan. ¿Cuándo llegará?, que sea pronto porque Marilyn ya no tolera sostener la espalda erguida y andar en puntillas como demandaba el protocolo de la época, sobre los tacones y porque Dorys ya ha pasado el plumero lo suficiente para que esa casa reluzca como el oro. Todo ellos realizado con movimiento coreográficos en los que se sospecha la sabia mano de Paula Etchevehere.
El binomio es la mujer de los sueños de hombre que se precie: una madre para sus hijos, una ecónoma genial, un ama de casa sorprendente y callada y a la vez una come hombres, capaz de vaciarle las entrañas a todo el que la posea. He aquí el problema. Como ser una…no, ese no es el problema, el manual no dice nada. Sólo dice que:
“Sé dulce e interesante. Su aburrido día de trabajo quizás necesite mejorar. Tú debes hacer lo posible por hacerlo. Una de tus obligaciones es distraerlo”
¿Ridículo no? Pero cuidado, no estamos en el 2300 y el hombre no se ha extinguido, sin embargo se ven ejemplares hembras capaces de seguir las 11 reglas de este manual que hallé y mucho más.
Los vínculos nunca fueron fáciles, jamás. El sujeto escindido desde hace tiempo ya no puede juntar sus partes y se debate desde hace más de 50 años porque ya no es fragmentario, los chamanes remplazan al psicoanálisis y con o sin ayahuasca no hay caso… La mujer con su subjetividad nómade aprendió que resiliencia y cambio son más que maná en el desierto. Aunque queden muchas machistas dando vuelta que lo darían todo por ser mantenidas sin ser amadas porque para ser amadas, hoy existe la virtualidad. Hoy cualquiera dice “te amo” por Facebook. Hoy los sitios virtuales de solas y solos le consiguen compañía hasta a Jane Fonda. Pero pareja, compañero, amante, es otra cosa. Y la libertad se paga cara, a menos que tu compañero tenga en tan alto concepto los derechos y la libertad como vos.
Pero sino ocurriera, es lo más probable, existen las 11 reglas y todas las del manual de Usos Sociales en el que se apoya Raquel Albéniz, para que riamos (lxs modernxs, claro), hasta desgañitarnos y pensemos cuánto talento se necesita para hacer un manifiesto de Género a partir de algunas reglas de un manual patriarcal. Cuánto talento puso en juego Alejo Nicolás Sambán para que María/Marilyn y Analía/Doris, se contoneen por ese espacio magníficamente diseñado e iluminado por Magali Acha y que ese hogar se llame Laika, obrecita ella, en la foto preside la mesa. Triste destino el de Laika, desintegrada a medio camino de la estratosfera, pobres las que creen que un hombre es algo más que un par.
Ficha Artístico/ Técnica
Dramaturgia: Raquel Albéniz
Actúan: María Forni, Analía Sánchez
Vestuario: Jennifer Sankovic
Escenografía: Magali Acha
Iluminación: Magali Acha
Utilera: Jennifer Sankovic
Diseño gráfico: María Forni
Asesoramiento Corporal: Paula Etchebehere
Prensa: Duche&Zarate
Dirección: Alejo Nicolás Sambán
NOAVESTRUZ ESPACIO DE CULTURA
Humboldt 1857
Capital Federal - Buenos Aires – Argentina
Teléfonos: 4777-6956
Web: http://www.noavestruz.com.ar
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