"Los caminos de Federico": el ritual de la palabra



La luna se apaga y comienza la obra. Una puerta de luz se abre sobre el escenario y la actriz (Cristina Banegas) se enfrenta con el público. Empieza el viaje por los caminos de Federico García Lorca. El espectáculo plantea un recorrido a través de algunos de los textos más reconocidos del poeta granadino

Por Hernán Lewkowicz

La luna se apaga y comienza la obra. Una puerta de luz se abre sobre el escenario y la actriz (Cristina Banegas) se enfrenta con el público. Empieza el viaje por los caminos de Federico García Lorca. Ella nos apelará directamente, convocándonos a escuchar con orejas amigas. El espectáculo plantea un recorrido a través de algunos de los textos más reconocidos del poeta granadino, tanto de su obra poética como de sus obras teatrales. Aunque, verdaderamente, en Lorca siempre todo será poesía. Quienes lo conozcan en profundidad reconocerán la gitanería en el rastro que dejan sus Romances y la marca surrealista de “Un poeta en Nueva York” entre algunos personajes emblemáticos como Yerma y Doña Rosita. Además en el entramado se incluyen canciones, suites, nanas, fragmentos de conferencias.

Los caminos de Federico es, esencialmente, un ritual de la palabra. Con un banco como único elemento escenográfico, la actuación y la fuerza poética del texto constituyen el verdadero soporte de esta puesta. Mediante giros actorales y sutiles cambios de la iluminación se irán recortando distintos espacios y situaciones donde la actriz encarnará sus personajes. Cristina Banegas tiene una potencia arrolladora y un manejo admirable de las intensidades; en sus últimos trabajos (Molly Bllom de James Joyce, Eva Perón en la Hoguera de Leónidas Lamborghini) viene indagando en la palabra y su musicalidad, en la fuerza de la actuación como sostén dramático. Es una actriz que comprende con el cuerpo la poesía, y la transmite con la fuerza de una bestia enfurecida. Es un gato garduño, mordiéndonos los oídos.

Mientras la Banegas se inunda de palabras entre el aceite que sale de las fábricas de New York, un Motorola suena ininterrumpidamente en la platea, con su ringtone característico. Una y otra vez. Hasta que repentinamente la actriz pide a los gritos, en medio de su poesía, con todo el pelo revuelto y los brazos abiertos como dos árboles “¡¿pueden apagar ese celular, por favor?!”. Se despertaron en el público aplausos espontáneos, no solamente porque era una falta de respeto insoportable ese celular sonando, sino porque en un instante se alcanzó una verdad escénica muy particular: lo real se había fundido con la ficción en el peligroso cuerpo de esa actriz. Sólo alguien que conoce y maneja muy bien su presencia escénica puede hacer esa maniobra y salir airosa, potenciando y resignificando su acción a partir de ese movimiento.

Los caminos de Federico es un doble homenaje: al poeta granadino, y a nuestro entrañable Alfredo Alcón. Él concibió este espectáculo junto a Luis Pascual y lo representaron dentro del país y en Latinoamérica y Europa. Hoy, en el aniversario de su fallecimiento, Cristina Banegas junto a Jorge Vitti componen la dupla de esta reposición. Una obra profundamente humana, una comunión entre el cuerpo y la palabra que reviste cierto carácter ritual.

Pocas semanas atrás salieron a la luz documentos que revelan la responsabilidad del gobierno español en tiempos de Franco sobre el asesinato de Federico García Lorca. Tuvieron que pasar casi ochenta años para que se dignaran a revelar las atrocidades que se han cometido contra este poeta que cambió para siempre la historia de las letras y de las artes escénicas. Los caminos de Federico redime en forma de homenaje este final trágico, reencarnando el legado que nos dejó este poeta. Los caminos de Federico tienen un valor sagrado. Y es un ejercicio necesario dotar al teatro de toda esta potencia. Al fin y al cabo, en palabras de Peter Brook: “Lo sagrado no tiene la culpa de haberse convertido en un arma de la clase media para que los niños sigan siendo buenos”.

 

Ficha Artístico/Técnica

Sobre textos de: Federico García Lorca
Actúa: Cristina Banegas
Vestuario: Pablo Ramirez
Peinados: Victor Rubenoff
Diseño de luces: Gonzalo Córdova
Fotografía: Sofía Stead
Diseño gráfico: estudiopapier
Apuntadores: Tanya Barbieri
Asistencia de dirección: Gonzalo Martínez
Prensa: Carolina Castro, Malena Schnitzer
Producción: Paloma Lipovetzky
Dirección: Jorge Vitti

CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN

Corrientes 1543
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 5077-8000 int 8313
Web: www.centrocultural.coop
Entrada: $ 180,00 - Martes - 21:00 hs

Socilto de Otoño de Sebastián Bayot, interpretado por Ana Padilla, por Teresa Gatto