Desde el jardín de la República de Palermo

 

La emblemática obra de Jerzy Kosinski llegó al Tinglado en una gran adaptación de Eduardo Lamoglia y Daniel Llermanos.

Por Teresa Gatto

“Cuando mis cronopios hicieron algunas de las suyas en Corrientes y Esmeralda, una eminente intelectual exclamó: ¡qué lástima, pensar que era un escritor tan serio!”
Julio Cortázar

“Desde el jardín” de Jerzy Kosinski es una obra peculiar respecto de su producción anterior. Escrita en 1971 y estrenada como film en 1979, con el protagónico de Peter Sellers, usa la estructura de la comedia, con humor y un ritmo adecuado para hacer una crítica de lo superflua que es la sociedad en la que vive y de cómo el hombre ha perdido esa ingenuidad primordial de niño para reconocer que no todo es una metáfora.

Eduardo Lamoglia y Daniel Llermanos, hacen de esta libre adaptación una comedia brillante que no por ello deja de lado la crítica social. Y con mucho acierto la ubican en la República de Palermo. Con un tono bien rioplatense, las andanzas de Chance Gardiner se renuevan pero en un ámbito para todos conocido.

Es que la trama del poder no conoce fronteras y aunque lo que haya para ganar sea un bastión de la clase pretendidamente alta, sabemos que esas concentraciones de poder existen en mayor o menor escala y conviven conspirando para colocar esos raros sujetos nuevos que pueden despertar la empatía sobre todo cuando lo que dicen es literal pero mal leído es una metáfora que, por incomprensible o por llana, se confunde con un enunciado de alto contenido socio-político.

La historia es ampliamente conocida pero la obra de Llermanos y Lamoglia, muy bien dirigida por éste último logra sacar cierta melancolía que arrastra la original y poner en clave de humor sin perder la sustancia crítica, una situación disparatada pero no imposible. ¿Cuántos iluminados son utilizados con fines espurios a efectos de lograr empatía en las masas?

Lo cierto es que los actores sostienen el ritmo sin mesetas en una obra que dura 80 minutos y hacen de la comedia algo más que una pieza de enredos y el público lo agradece.

Alfredo Castellani, como Chance, brilla al igual que Paola Papini (bienvenida nuevamente a las tablas) y Raúl Rizzo que es un notable miembro de esa clase que pierde los escrúpulos con facilidad. Como así también Alfredo Allende que siempre tiene un plus cuando se trata de humor y Fito Yanelli que hace de las suyas con gran lucimiento.

El diseño escenográfico de Alejandro Mateo y la música de Sergio Vainicoff, se conectan con lo representado permitiendo una integración que no sólo completa las escenas sino que desde el espacio escénico permite entradas, salidas y extraescenas muy bien logradas.

Chance Gardiner ha regresado para la algarabía del público y para demostrar que no hay espacios en los que la ingenuidad no sea confundida con idiotez o inteligencia.

 

 

Ficha Artístico/ténica

Autoría: Eduardo Lamoglia, Daniel Llermanos
Sobre textos de Jerzy Kosinski
Actúan: Alfredo Allende, Alfredo Castellani, Paola Papini, Raúl Rizzo, Fito Yanelli
Participación: Rosario Lufrano
Vestuario: Manuela Mateo
Escenografía: Alejandro Mateo
Peinados y Maquillaje: Beatriz Abrigo
Diseño de luces: Ernesto Bechara
Realización escenográfica: Lucia Escudero, Manuel Escudero
Música original: Sergio Vainikoff
Operación de luces: Sebastián Crasso
Operación de sonido y video: Mailen López
Fotografía y Diseño gráfico: Nahuel Lamoglia
Asistencia de dirección: Mauro J Pérez, Flavia Vitale
Prensa: Varas & Otero
Producción ejecutiva: Natalia De Cicco, LuLi!
Coreografía:Natalia De Cicco
Dirección: Eduardo Lamoglia

Funciones: Jueves a las 21
Entrada: $ 130,-

El Tinglado Teatro

Mario Bravo 948, (mapa)
Ciudad de Buenos Aires - Argentina
Tel.: 4863-1188
http://www.teatroeltinglado.com.ar

Los Compadritos, de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Gerardo La Regina. Por Teresa Gatto.