El espectáculo de Gabriel Chame Buendia además de una desopilante puesta en escena es un punto de inflexión hacía la alegría. No existe sujeto que no se embriague de risa en la platea del salón dorado del Cervantes.
Por Teresa Gatto
“Si es posible, se debe hacer reír hasta a los muertos”
Leonardo Da Vinci
“Advertencia: Hay varias categorías de personas a las que no se les recomienda el ingreso a este taller. Entre ellas: a los enfermos de solemnidad, a los serios patológicos, a los vanidosos poseedores de toda sabiduría del mundo, a los adultos recalcitrantes, a los amargos críticos, y a los hipercríticos abrumados por el peso de su inteligencia” Esto se encuentra en la gacetilla del CELCIT que anuncia los talleres de Gabriel Chame Buendia.
Y sí, reír cuesta. No importa si la convención de ir a ver a un clown opera de modo inconsciente en el que compra una entrada y va dispuesto a dejar fuera de la sala, todas y cada una de las advertencias que se leen más arriba para quienes deseen tomar un curso. Reír cuesta. Pero vale.
Veamos, un hombre cuyo rostro cuesta advertir, está perdido literalmente en el laberinto que supone un aeropuerto. Tiene problemas de equipaje. No sólo porque lo que porta es mucho sino además, porque se agota en acomodarlo una y otra vez. El objetivo es llegar a la tan ansiada ventanilla de despacho y hacer el check in. ¿Esto nada más? Sí, esto nada más.
Pero no estamos hablando de cualquier sujeto, hablamos de Gabriel Chame Buendia que tiene en su haber un talento ilimitado para que el teatro físico alcance una dimensión inagotable de recursos gestuales. Encontrar la puerta 9 es una utopía en la que intervienen la rapidez con la que los carteles se desplazan sin dejarlo ver hacia dónde ir. Llegar a ella, lo es aún más.
Lo cierto es que el gesto y algunos monosílabos proferidos casi como un susurro, arman una constelación en que viaje, maleta, puerta, internacional, exceso de equipaje y demás, colocan a Chame Buendia en el centro de un desopilante recorrido que no se priva de nada y que lo tiene en el centro de la historia aunque apele a sus trastos, o a una cabina que lo nubla, porque en un aeropuerto nadie es, no definitivamente. El aeropuerto termina siendo así una distopía o lugar no deseado en el que desprevenidos y atentos, sucumben a idiomas, pesajes, horarios y por sobre todo, a la necesidad de llegar “a”.
Excelente trabajo de Gabriel Chame Buendia, con un jazz que se agradece cuando acompaña el stop o cambios y un continuum de risas que proliferan en más y más risas.
Ficha Artístico/Técnica
Autor: Gabriel Chame Buendia
Actúan: Gabriel Chame Buendia
Vestuario: Cecilia Allassia
Escenografía: Jorge Pastorino
Iluminación: Jorge Pastorino
Música original: Sebastián Furman
Asistencia artística :Laura Aprá
Asistencia de dirección: Vanesa Campanini, Micaela Fariña
Producción :Lucero Margulis
Dirección: Gabriel Chame Buendia
TEATRO CERVANTES
Libertad 815 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires – Argentina
Teléfonos: 4816-4224
Web: http://www.teatrocervantes.gov.ar
Entrada: $ 60,00 - Domingo - 18:30 hs - Desde el 26/04/2014
Entrada: $ 60,00 - Viernes y Sábado - 19:00 hs - Desde el 26/04/2014