En el Teatro Nacional Cervantes, con entrada gratuita, los días 16, 17 y 18 de Agosto dentro del Ciclo de Semimontados sobre adaptaciones de las "Novelas Ejemplares" de Miguel de Cervantes en el cuarto centenario de su publicación.
El Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCBA) en coproducción con el Teatro Nacional Cervantes viene presentando desde el 14 de junio el ciclo de semimontados Teatros Ejemplares en el cuarto centenario de la publicación de las Novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento de Miguel de Cervantes. De entrada gratuita, la serie escenifica en el Cervantes las adaptaciones libres realizadas por siete destacados dramaturgos y directores de otras tantas obras escritas por el Príncipe de los Ingenios y editadas en 1613.
Los argentinos Maruja Bustamante, Luis Cano, Ariel Farace, Diego Faturos, Santiago Loza y Román Podolsky junto al español Yoska Lázaro firman los espectáculos programados en la Sala Luisa Vehil por tres funciones cada uno (viernes y sábado a las 19 horas y los domingos a las 18.30 horas). Mientras, cinco dramaturgos en España adaptan las restantes novelas ideadas por Cervantes para compilar la docena de versiones en una publicación con el título de Teatros Ejemplares.
La concreción de este proyecto aporta al espectador contemporáneo una mirada joven y actual sobre textos clásicos que fueron una de las principales fuentes de inspiración para los dramaturgos isabelinos, además de alimentar con sus argumentos múltiples producciones de épocas posteriores. En definitiva, revisitar esta serie de nouvelles supone mostrar el potencial de la obra cervantina a generaciones que la consideran lejana a sus inquietudes, y facilitar, además, que puedan apropiársela.
Viernes 16 y sábado 17 de agosto a las 19 horas, domingo 18 de agosto a las 18.30 horas
Teatro Nacional Cervantes
Libertad 815, Ciudad de Buenos Aires
Ficha Artística/Técnica:
Rinconete y Cortadillo, sobre la novela Rinconete y Cortadillo
Adaptación y dirección: Luis Cano
Pedro Rincón: José Luis Arias
Diego Cortado: Iván Moschner
Iluminación: Ricardo Sica
Vestuario: Silvina Apfelmann
Tratamiento sonoro: Federico Marrale
Asesoramiento vocal: Patricia Douce
Colaboración artística: Tian Brass, Diego Starosta
Fotografía: Eunice Rozkiewicz
Programa y calcomanías: Laura Rovito
Afiche y volantes: Marcos Murano
Prensa CCEBA: Armando Camino
Producción CCEBA: Almudena Javares Francisco
Director CCEBA: Ricardo Ramón Jarne
Producción TNC: Daniela Szlak
Asistencia TNC: Mónica Quevedo
Pre producción: Lucila Piffer
Producción ejecutiva: Brenda Howlin
Asistencia de dirección: Ayelén Duniec
Recuerdo una canción circular que me cantaban mis padres. "José se llamaba el padre, / Josefa la mujer, / Y tenían un hijito / Que se llamaba…" La cantaban en broma, porque el segundo nombre de mi padre era José, y mi madre Josefa. Las canciones de la vieja España nos unieron. También recuerdo un libro ilustrado con imágenes de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, Gavroche y Cosette, Hansel y Gretel, Rinconete y Cortadillo... Digo esto para dar las razones personales (no habría obra sin ese impulso interior) por las que escribí Rinconete y Cortadillo.
La historia se repite, como la canción cantada por mis padres. Las cosas no suceden sólo una vez. En mi relato, se nos presenta así: Dos hombres llegan corriendo, no sabemos de dónde vienen y ellos tampoco parecen saberlo. Recuperan el aliento y siguen. Saben que deben moverse, deben cambiar constantemente de lugar si quieren sobrevivir y, tal vez, comer algo... Así atraviesan el llamado "Gran Buenos Aires" hasta el centro de la ciudad. Durante la caminata (que ocupa casi la mitad de la fábula) reviven recuerdos. Uno de ellos está viajando en busca de un viejo amor que lo abandonó. El otro, un poco mayor, cuida a su amigo. Llegan a los edificios de la ciudad, los coches de alta gama, los vendedores ambulantes y los centros comerciales. Hay robo y prestidigitación, hay arrebatos de carteras; pero el negocio actual es vender determinadas mercancías. El hambre de nuestros personajes no achica. Uno de ellos, el amigo mayor, decide cambiar su cuerpo por dinero. En ese instante aparece un "cazador" que los conduce a un tugurio donde se reúnen con el Jefe, punta piramidal de una estructura de fraude y de saqueo. En el tugurio escuchan historias sucias, ven palizas y aprietes. El amigo menor tiene la visión de su amor perdido, con poca comida caerá enfermo y con el trago empezará a alucinar. Por último, casi por un error de palabra, ambos se enfrentan a los asesinos. Los corren y los matan. Desde aquella corrida venían escapando inútilmente cuando empezó el relato."