por Sabrina Gilardenghi
Un poco me molesta, pero un poco no… se estructura en escenas protagonizadas por distintos integrantes de una familia de clase media, una familia tipo. Todos los integrantes, con todas sus particularidades, al estar interpretados por el mismo actor, tienen el mismo rostro. Por supuesto entonces, encontramos ese “aire de familia”. Sin embargo, la excelencia de las caracterizaciones, que desde el vestuario y los accesorios está dada por pocos objetos pero muy precisos y desde lo actoral por una composición muy compleja y cuidada, logra que ese “aire de familia” sea solo “un aire”. Las distinciones de cada uno están muy bien logradas pese a la igualdad del rostro: ningún personaje se pega a otro, cada uno está extremado. El actor muta de uno a otro y vuelve a los anteriores sin saltos exagerados. De repente un elemento o una postura lo deslizan de hombre a mujer o de niño a anciano.
Pablo Picotto, autor y actor de la obra, con la guía justa del director artístico Ricardo Rodríguez Miró y del director general Carlos Belloso, ha utilizado muchos recursos para dar el punto justo a cada personaje: ha explotado los tonos de voz, los gestos faciales, las posiciones corporales y sus distintos movimientos y diversas posibilidades en el decir de las frases, variando así su velocidad y entonación. A esta versatilidad, se ha sumado la habilidad de las vestuaristas Nancy Gay y Julia Isnardi para pensar en pequeños objetos que concreten grandes rasgos característicos acentuando la mayor distinción posible.
Todas las escenas transcurren en el mismo espacio escénico, con una escenografía mínima pero contundente también a cargo de Julia Isnardi. Un antiguo y enorme lavarropas, de color amarillento es el único elemento que, colocado en la mitad del escenario, adquiere las distintas funcionalidades que cada personaje requiere. Así, ayuda a armar instantáneamente los distintos espacios ficcionales, sintetizando cada uno con poco despliegue pero con mucha efectividad.
Las escenas de cada integrante de la familia nos permiten componer las distintas personalidades de todo el grupo. Cada personaje nos remite a muchos conocidos, no solo del entorno familiar, sino también del entorno barrial. Los seis personajes configuran de este modo, una buena muestra de la clase media actual. Es en este sentido que la obra nos invita a reflexionar sobre los distintos roles familiares y a reírnos con todos los pasajes con los cuales nos identificamos (que son muchos). La hora diez de duración de la obra, no nos deja aburrirnos ya que sabe renovarse haciéndose más interesante y siempre con chistes frescos y muy cómicos. Asistir como espectadores a Un poco me molesta… es un buen ejercicio que ayuda a tomarnos la vida cotidiana con mayor humor.
Vemos así que el teatro, cuando está bien realizado y cuenta con talentos, no necesita de una superabundancia de objetos escenográficos, vestuarios pomposos, ni estridencia de otros rubros… Quienes integran esta obra han podido resolver todos los aspectos necesarios sintetizando objetos y condensando significaciones para dar el sentido buscado, y lo lograron.
Ficha Artística/Técnica:
Dramaturgia: Pablo Picotto
Actuación: Pablo Picotto
Vestuario: Nancy Gay, Julia Isnardi
Escenografía: Julia Isnardi
Maquillaje y fotografía: Nancy Gay, Gabriel Tomaso
Diseño gráfico: Labate Saccol
Producción: Germán García
Dirección artística: Ricardo Rodríguez Miró
Dirección general: Carlos Belloso
Funciones: Los viernes a las 21:30
Entradas desde $50,-
Paseo La Plaza
Av Corrientes 1660 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 6320-5350
http://www.paseolaplaza.com.ar