Por Ana Ortiz
anaortiza@hotmail.com
“Caminando se aprende mucho”
Tita Merello
Laura Ana Merello aprendió a leer y a escribir al mismo tiempo que a cantar y bailar: a los 20 años de edad. El carisma fue su talento y el hambre su puerta de entrada al escenario.
De apodo Tita, esta mujer arrabalera sale al encuentro del público personificada en este caso por Nacha Guevara. Su aparición entre un cortinado tipo vodeville que abarca todo el escenario da comienzo al viaje tiempo atrás por donde nos pasea toda la obra.
Somos el público de Tita; nos canta, nos baila, nos insulta y nos agradece.
Todas las etapas de la vida de esta mujer se arman y desarman frente a nuestros ojos con mucha rapidez a través de una ingeniosa y completa escenografía, que no deja rincón sin detalle, para comenzar con la Tita que llegaba al conventillo de Buenos Aires a los 15 años y terminar con la anciana que se llevaba consigo toda una vida de aplausos y, al igual que todos los que hemos transitado la vida, el corazón roto.
Recordando la época dorada del teatro Maipo en donde Tita hace la audición que la lleva al gran salto de su carrera, allí su ropa de conventillo cambia para deslumbrarnos con vestidos y trajes pensados y plasmados por Fabián Luque. Los colores, las telas y los diseños de cada uno de ellos y del resto de los bailarines de su época de oro, al igual que los modelos de zapatos que desfilan por el escenario es algo imposible de no mirar y destacar.
El diseño de luces es sorprendente, sabiamente diseñado por la misma Nacha Guevara, quien además de ser la actriz principal, hace la puesta en escena y la dirección general de la obra. En esta área se luce mostrando siempre ángulos novedosos de donde los actores nos hablan, tal es el caso del personaje de Tita, que varias veces cuenta de espaldas al público acerca de su vida, esos momentos en donde recuerda con cierta nostalgia algún instante, y el detalle de estar de espaldas le da cierta intimidad al relato, como sacándose de encima a los 862 espectadores y quedándose con ella. Un poco de privacidad en medio del despliegue de su vida.
Toda la obra es un gran vodeville de la vida de Tita, una puesta hollywoodense que repasa sus mejores canciones acompañada por orquesta en vivo dirigida nada menos que por el maestro Favero.
A su vez es rica en los detalles que nos da de la época, desde el contexto político en el que vivió la cantante y actriz como también el socio cultural de los años ´20 en donde, por ejemplo, estaba penado por la ley que las mujeres salgan a la calle sin medias. Así lo dice el policía que acusa a Tita una noche mientras canta en un bar.
Pícara Merello, con la experiencia que solo la calle te da, sabe, que cuando no tenés plata ni para medias hay que salir como sea, pero nunca dejar de caminar, porque caminando se aprende mucho, cantando también
Querida Tita.
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Nacha Guevara, Alberto Negrín
Intérpretes: Julio Balmaceda, Corina de la Rosa, Corina, Stella Maris Faggiano, Alejandro Gallo Gosende, diego gauna, Christian Giménez, Nacha Guevara, Ariel Leira, Oscar Martinez Pey, Monica Matera, Melissa Noé, Inés Palombo, Monica Parra, Pablo Rojas, Olga Selvaggi, Norberto Trujillo, Alejandro Vázquez, Marcos Woinski, Andres Zurita
Músicos: Pablo Chaile, Alberto Favero, Nélida Favero, Julia Elizabeth Ridolfi, Federico Santiesteban, Ignacio Svachka
Diseño de vestuario: Fabián Luca
Diseño de escenografía: Alberto Negrín
Diseño de arte: Alberto Negrín
Diseño de luces: Nacha Guevara
Comunicación visual: Gabriela Kogan
Arreglos musicales: Andrés Linetzky
Producción ejecutiva: Jonathan Goransky
Producción general: Pablo Kompel
Dirección de Producción: Ariel Stolier
Coreografía: Julio Balmaceda, Corina de la Rosa
Dirección musical: Alberto Favero
Dirección: Nacha Guevara
TEATRO METROPOLITAN
Av. Corrientes 1343 (mapa) Ciudad de Buenos Aires
Tel.: 5277-0500
http://www.teatrometropolitan.com.ar
Entradas desde: $ 100,00
Domingo, Miércoles y Jueves - 20:30
Vierrnes - 21:00
Sábado - 20:00 y 22:30