Luciano Cazaux: mis objetivos

 



El actor, director y dramaturgo nos cuenta lo que piensa acerca del trabajo creativo del actor y el encuentro con el niño que todos llevamos dentro.

por Luciano Cazaux *

Ahora que empezamos puedo decir que mi objetivo es modificar a mis estudiantes, es conmoverlos intensamente y sacudirlos de la modorra creativa en que llegan a mis clases. El actor es un artista, el que viene a mis clases es un artista, así se dedique en su vida ordinaria  a la organización financiera, a atender una pequeña despensa o a recoger basura de la calle. Lo que mis estudiantes hagan luego con los conocimientos a los que se abren en los encuentros que sostenemos, es asunto de ellos pero algo es seguro, ya no podrán esconderse de si mismos, al menos no inconcientemente, si lo hacen lo hacen a sabiendas de que se están escondiendo y por lo tanto el sufrimiento será intenso hasta que  se encarguen de enfrentarse nuevamente con su ser creativo.

El pequeño y “Molesto” creador.

Todos tenemos dentro un pequeño (no por el lugar que ocupa) ser creativo. Este ser es un niño de cual no hay que olvidarse. Se comporta como un niño, piensa como un niño, le gusta vestirse como un niño, come las mismas porquerías que le gustan a un niño, no tiene horarios, no le gusta lavarse los dientes, no entiende del manejo ni del valor del dinero y no tiene DISCIPLINA alguna. Pero a la vez está despojado de prejuicios, no tiene tensiones porque no piensa en resultados, sólo piensa en divertirse el mayor tiempo posible o sea que lo único que le importa es el AQUÍ Y AHORA (aunque no se pregunta ni sabe lo que es esto) no tiene remordimientos acerca del pasado, no piensa ni un segundo en lo que no le salió bien o en que falló, porque para él nada puede estar mal o bien ya que no tiene ese preconcepto de lo es el bien y el mal y tampoco piensa en el futuro por la misma razón o sea que hace lo que hace y no existe nada más en sus pensamientos. VIVE EN EL MOMENTO. Si esto no es una definición del arte se le debe acercar mucho. Ahora bien, cuando somos niños, nosotros estamos en contacto natural con este pequeño artista interior, salvo que algún padre terrible, ya desde el vamos se haya encargado de cortarnos toda posibilidad de juego. Pero aún así este pequeño creador sigue existiendo dentro de nosotros, NUNCA MUERE hagamos lo que hagamos y nos hagan lo que nos hagan y esto, a veces, lejos de ser una bendición se convierte en una cruz muy pesada de llevar si es que no nos ocupamos de él ya que si muriera, bueno… seguiríamos adelante con nuestra vida seria de adultos y ya, pero el no sólo no muere sino que se encarga de recordarnos cada vez que puede que está allí y que no lo atendemos. ¿De que forma? Con enfermedades, con tensiones, Stress in-entendible y haciéndonos tomar muchísimas veces decisiones muy perjudiciales para con nosotros mismos, porque los niños también son vengativos cuando se los hiere o no se los atiende y este pequeño se ríe de nosotros mientras nos damos la cabeza contra las paredes. Por eso si alguna vez sufren estos síntomas, pregúntense si es que están atendiendo a este niño como él pide y si la respuesta es no, háganlo y verán como todo cambia rápidamente.

Cuando crecemos, la vida misma se va encargando de empujar más y más a este pequeño a un rincón y a pesar de que hay algunas personas que se aferran a él y permanecen más en contacto con su humanidad, la mayoría de nosotros lo va ocultando porque él representa todo aquello que nos han enseñado a dominar: LOS IMPULSOS.  El niño creativo está lleno de impulsos, es un impulso él mismo y este es el único aspecto de él que al estar en su presencia y gozando de su amistad debemos de tener en consideración de cuidado para que no nos engañe y nos domine por completo. Por eso muchas veces, aquellas personas que con el correr del tiempo permanecen conectadas con este lado de nuestro ser, si bien desarrollan una vida activa y creativa , tampoco pueden  crear sino es a través de ENERGÍAS ESPASMÓDICAS que con el tiempo pierden toda noción de flujo, de continuidad y sólo se dan de a rachas. Algunos a  esta forma de crear la llaman INSPIRACIÓN. Cuando trabajamos en forma conciente sobre el pequeño creador lo hacemos para utilizar su ayuda y canalizar sus impulsos para convertirlos en ENERGÍA CREADORA FLUYENTE, para transformarnos a nosotros mismos en un canal de la creación que fluye a nuestro alrededor y de la que no somos concientes hasta que nos detenemos a admirarla. En conclusión la tarea que les pido a mis estudiantes, antes que nada, antes de conocer una técnica, es que vuelvan a estar en contacto con el pequeño creador interno o si ya lo están, que adquieran los conocimientos necesarios para convertir sus impulsos creativos en FLUJO CREATIVO. Después, recién después de eso, podemos SER en la actuación.

Como me pongo en contacto con el pequeño “tirano”.

Lo primero son las páginas de la mañana, estas abren un canal hacia un crecimiento y un conocimiento interno muy veloz y muy velozmente también nos ponen en contacto con este niño. El otro ejercicio es el encuentro con el artista. Estos dos ejercicios nos ayudan a encontrarlo diría que casi instantáneamente. Son dos ejercicios recomendados y creados por Julia Cameron y que ella explica en su libro El Camino del Artista.

Para las páginas sólo necesitamos una lapicera y un cuaderno del tamaño que mejor nos cuadre. Particularmente, durante años utilicé el tamaño más grande y ahora me gusta más el tamaño de un cuaderno gloria espiralado. Escribir apenas nos levantamos es muy importante pero no fundamental, también podemos hacerlo en un momento del día donde estemos solos y fuera del alcance de jefes, hijos y otras interrupciones, jajajaj. Se trata de escribir lo más rápido posible tres páginas de ese cuaderno con todos los pensamientos que se nos cruzan sin criticarnos la lógica, la gramática, la sintaxis, la puntuación o la ortografía; sin ponernos a pensar demasiado en lo que escribimos y tampoco luego de realizarlo ponernos a leer lo escrito. Nunca hay que hacer esto último al menos hasta pasado un tiempo prudencial, JC recomienda al menos unos tres meses, yo creo que lo dice porque después de ese tiempo a uno ya no le interesa volver a leer sus páginas porque empiezan a perder sentido en el AQUÍ Y AHORA que vamos adquiriendo.

El encuentro con el artista.

Es a partir de este ejercicio donde le damos al pequeño algo que le guste mucho para amigarnos con él, para que confíe en nosotros, es donde le decimos que lo vamos a cuidar, que lo vamos a tener en cuenta y que nunca lo vamos a dejar abandonado en un rincón oscuro, pero a la vez le estamos dando esto para luego pedirle cierta disciplina, la disciplina de la constancia para relegar la rutina del impulso y así poder mantener el flujo creador. El encuentro no es ni más ni menos que realizar una actividad, una vez a la semana, empezando por una hora cada vez,  que nos refiera a aquellas cosas que nos gustaban mucho realizar cuando chicos, cuanto más simple mejor. Un viajecito en subte o en tren (por favor evitarlos a las horas pico en días de semana), comprarnos un juguete y jugar con él, salir a pasear a la calle vestidos con ropa de colores muy vivos que no nos pondríamos habitualmente, cocinarnos algo muy rico que hace mucho no comemos, comprarnos caramelos e ir a ver una película de dibujos animados, etc. La única condición es que esta actividad bajo ningún concepto se puede realizar acompañado, es necesario realizarla en soledad. El pequeño creador es muy celoso, jajajaj.

Estos ejercicios son un primer paso para conectarnos con el SER en actuación, pero si no nos interesa actuar, de todas formas nos conectarán con el SER profundo de la vida que nos servirá para llevar a adelante una hermosa vida creativa en cualquier actividad que nos movamos.

¿Qué es el SER en la actuación? Bueno eso lo dejo para un próximo artículo porque ahora quiero darle lugar a este pequeño e irme a desayunar unos riquísimos panqueques con dulce de leche como me hacía mi mamá.

Que tengan buen fin de semana!!!!

Luciano Cazaux
07-05-2011 7:22 AM 

 

*Sobre Luciano Cazaux

Actor, director y dramaturgo con amplia experiencia. Entre sus trabajos mas importantes se destacan la adpatacion de Eva y Victoria y la versión teatral de la novela El día que Nietzsche lloró. Ha realizado la adaptación teatral de "El Anatomista" de Federico Andahazi que subió a escena en 2010/11 con dirección de J. M. Muscari y sigue trabajando en otras adaptaciones.
En 1999 fue ganador del premio ACE al mejor espectáculo de humor por Bang Bang y somos historia, que también dirigió.
Director egresado de la carrera de puesta en escena de la escuela municipal de arte dramático año 1990.
Docente a cargo de los talleres de teatro del CBC de la UBA en el Centro Cultural Rector Ricardo Rojas desde 1986 a 1992.


Los Compadritos, de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Gerardo La Regina. Por Teresa Gatto.