Por Teresa Gatto
El amor no es sólo un sentimiento. Es tambien un arte.
H. De Balzac
Cada vez que José María Muscari estrena o re estrena, aunque sus viejos y nuevos seguidores hayan visto la obra, los acomete el deseo irrefrenable de ir a ver qué pasa, que nueva vuelta de tuerca dará el chico terrible de las tablas argentinas que ahora también pondrá la TV patas para arriba. Esto es una expresión de deseo, ya que alguien debería poner a la TV patas arriba y Muscari tal vez lo consiga porque su origen teatral le permitirá al menos, zamarrear esa modorra que tienen los realitys que descansan sobre lo seguro.
Pero esta nota no es sobre TV, es sobre Teatro y sobre Shangay. Una pareja se encuentra en un bar temático. ¿Es ésta la última vez? ¿Habrá vuelta atrás luego de que la relación se gastó por distintos avatares que incluyen a otros, madres, ideas diversas sobre el amor, etc.?
Lo cierto es que en el espacio del Chacarerean Teatre, espacio usado en toda su dimensión, los amantes se encuentran, discuten, hacen el amor y retoman viejos tópicos de discusión que los alejaron y que parece que no tienen modo de ser solucionados.
La puesta de Muscari apela a toda suerte de contrastes. Los personajes son muy cool y el bar temático ambientado como un pedazo de Shangay está sobresaturado de emblemas de esa cultura milenaria. Faroles, vajilla, lámparas, dragones, tapices y demás contrastan no sólo con los protagonistas sino también con las camareras que aunque luzcan sus vestidos típicos dada la temática oriental del día, son dos mujeres espléndidas sin nada de la timidez ni el recato que supone esa cultura. Encarnadas por Claudia Albertario y Eunice Castro, son desenfadadas, se desnudan si hace falta, apelan a tips muy del Buenos Aires de hoy y hasta del actual Palermo Hollywood que es donde se halla enclavado el teatro.
Los amantes en la piel del propio Muscari y Nicolás Pauls, también juegan los contrastes que son al fin y al cabo lo que hace que ésta no sea una historia más de una pareja gay que se separa sino que exhibe las diferencias que alguna vez los unieron y hoy los separan, aunque también intervenga un tercero. Los diálogos son realistas pero desopilantes y las facturas que ambos se pasan tampoco pierden ese privilegio, porque valga la redundancia, lo que se privilegia es no representar una separación en términos de tragedia.
La gran sorpresa de la puesta es el ingreso de Chunchuna Villafañe, aplaudida de modo rotundo, en el rol de madre de Muscari y que también ofrece una gama de contrastes dentro de sí misma y en relación al resto de los personajes que es un placer renovado. Verla, oírla, cuando todos sabemos que su sola presencia llena un escenario. Ese es otro logro del chico rebelde de las tablas, buscar entre los posibles el mejor referente para un personaje que se las trae y que más de una vez es sindicado con parte de responsabilidad en la separación de la pareja. La madre tiene los componentes que hacen de ella un ser hilarante pero tierno a la vez, molesto por lo posesivo pero adorable por el amor hacia su hijo y la desconfianza hacia quien lo está haciendo sufrir.
En fin, Muscari lo hizo de nuevo, sacó del cajón una comedia con monentos dramáticos y ese matiz sutil que tienen los amores homo que tanto excitan el morbo de los espectadores pero que al fin y al cabo, gozan y sufren e identifican a todos, sea cual sea su elección.
Ficha Artística/Técnica:
Dramaturgia y Dirección: José María Muscari
Actúan: Claudia Albertario, Eunice Castro, José María Muscari, Nicolás Pauls, Chunchuna Villafañe
Músicos: Gonzalo Aloras, Maxi Perugino, Belén Santos, Adrián Venagli
Ambientación y Diseño de escenografía: Verónica Lavenia
Peinados: Leonardo Peralta
Diseño de peinados y realización de tocados: Alvaro Oxoby
Diseño de vestuario: Rocio Peyro
Diseño de luces: Diego Todorovich
Diseño visual y gráfico: Wally Rodríguez
Realización de escenografia: Juan Carlos flores
Confección de vestuario: María Hilda Zurita Trujillo
Audiovisuales: Zoé Manoukian
Operación de luces: Hernán Toribio
Operación de sonido y video: Adrián Venagli
Fotografía: Eduardo Rivero, Mario Ruggero, Hugo Zanon
Diseño web: Nicolás Lafuente, Ilán Vivanco
Asistencia de escenario: Eliana García, Romina Santorsola
Asistencia general: Marcelo Rovera, Sebastián Ziliotto
Asistencia de dirección: Adrián VenagliViernes y Domingos 21.00
Producción artística: Juan Carlos Cantafio
Producción ejecutiva: Hugo Zanon
Producción general: Juan Carlos Cantafio, Hugo Zanon
Coordinación de producción: Nicolás Alvarez Pontiroli
Coreografía: Karina Kogan
Coaching actoral: María Urtubey
Funciones:
Viernes y Domingos 21.00
Sábados dos funciones a las 21 y 23:00 hs.
Chacarerean Teatre
Nicaragua 5565 (mapa) Ciudad de Buenos Aires
Tel.: 4775-9010
http://www.chacarereanteatre.com.ar
Localidades $ 60-
Sinopsis:
Una pareja gay se separa en medio de un restaurante chino. Dos meseras argentinas intentan rendir tributo a la cultura oriental, pero todo se complico. En medio de la discusión, aparece la madre de uno de los hombres a intentar que no se separen, pero la noche, el te verde, el sushi y los kimonos les juegan una mala pasada. Shangay una comedia feroz sobre la durabilidad del amor. Shangay un espectáculo que integra el show y la gastronomía. Shangay una mirada universal sobre las relaciones amorosas, sus dolores y humores. Shangay un espectáculo que fue un éxito y vuelve para serlo.