Por Teresa Gatto
Edipo salvóse, y a Layo matólo,
peleándolo él solo, al cielo enviólo.
Les Luthiers
Es el día previo a la gran competencia de dramaturgia que se llevaba a cabo en una de las grandes Dionisias Ciudadanas, en la que competían los autores más renombrados de la dramaturgia de esa época gloriosa del teatro griego (Siglo V AC) y Dionisio es invocado desde el círculo mítico sin comienzo ni fin, a efectos de hacer descender sobre los actores algún don divino que les permita lucirse y ganar el concurso para llevar a la fama o perpetuar la que ya posee alguno de los dramaturgos participantes.
En este contexto Hipófisis y Peroné deben salir a escena con un refrito de Sófocles que ya anciano y cansado ha resucitado a Edipo para ir por más gloria. Aunque a estas alturas sabemos que Sófocles escribió ya anciano una nueva saga de su héroe llamada Edipo en Colono que fue llevada a escena por su nieto alias “Sófocles el joven”.
Hipófisis y Peroné tienen varios problemas, la dramaturgia no cierra, no saben la letra y desconfían de las buenas artes del autor, lo que oficia de disparador para que desopilantes situaciones repongan el contexto de aquel teatro que nos legó formas, mitos y el aire sagrado de su origen divino y además para desacralizar tragedias como Edipo Rey o Antígona.
De este modo, Nacho Vavassori en una composición notable del actor cansado de los coturnos y los verbos conjugados a contramano de los usos, compone un Hipófisis notable a quien complementa Gabriel Molinelli como Peroné, alcanzando éste también, momentos brillantes.
Si algo no previeron Aristóteles ni Sófocles, el primero cuando fijo las reglas de la tragedia en su poética y el segundo al escribir Edipo Rey o Antígona que son reflejos fieles de esas normas, es que muchos siglos después sus obras fundantes serían piedra basal para un texto repleto de gags bien logrados y de un humor conformado por un in crescendo sin pausas que no da tregua a la risa del espectador. Vavassori y Molinelli logran que sus Hipófisis y Peroné desmitifiquen al héroe clásico en la figura del actor, no sólo por la puesta en cuestión de su derrotero y el modo absolutamente impostado de representación que hoy sería intolerable sino porque desacralizan, además, todos aquellos lugares comunes que la tragedia clásica ha acumulado sin ser nunca puesta en discusión. El otro hallazgo de la dramaturgia y dirección de Alfredo Allende es la ausencia de lugares comunes, chabacanería y chiste fácil, Fueron los Griegos promueve la risa desde el mejor lugar: un sólido texto muy bien actuado y excelentemente montado.
No se trata de un texticidio que como parodia pretende destruir a su hipotexto (primero u original), sino más bien una comedia que hace base en el origen de un mito para desmitificarlo, allí, en su centro, justo dónde nos sería imposible una representación como las concebidas en honor a un dios de doble origen como Dionisio. Fueron los griegos es un homenaje y a la vez una manera de dar cuenta de cuánto han cambiado las condiciones de producción del teatro.
Si Hipófisis y Peroné logran o no su tarea de salir al toro con el nuevo Edipo resucitado es algo que sólo asistiendo a las funciones de los sábados a las 23.00 en El Extranjero, el espectador agradecido podrá develar.
Ficha Artística / Técnica:
Dramaturgia y dirección: Alfredo Allende
Elenco: Nacho Vavassori y Gabriel Molinelli
Escenografía y diseño gráfico: Victoria Quintiero
Vestuario: Paula Herrera, Juliana Fraile y Camila Sánchez
Diseño de luces: Gustavo Lista
Asistencia de dirección y producción: Martín Lavini
Auspicia PALITO BOMBÓN VESTITE
Funciones:
Viernes a las 23 hs. - Hasta el 27/05/2011
Entrada: $ 40,- y $ 30,-
El Extranjero
Valentín Gómez 3378 (mapa) Ciudad de Buenos Aires
Tel: 4862-7400
Web: http://elextranjeroteatro.blogspot.com
Sobre Alfredo Allende – actor, director, autor
Como autor
Egresado en Dramaturgia del Conservatorio Municipal, realizó estudios de escritura con Mauricio Kartun, Daniel Veronese, Alejandro Tantanian, Ignacio Apolo, Pablo Solarz.
Fue guionista de Tiempofinal, tiras de TV, talk shows, radio y cine; además de autor de varias obras teatrales estrenadas: “¿Quién cocinó la Última Cena?”, “La lengua de los amantes”, “Quemarropa”, “Silencio en la noche”, “El misterio del libraco”, “Cantata obrera”.
Participó en dramaturgia y creación en “Finimondo” del clown Toto Castiñeiras.
Es docente de guión en TEA Imagen desde 2002, del Sindicato Argentino de TV desde 2006 y de dramaturgia en la Asociación Argentina de Actores.
Como actor
Estudió actuación con Raúl Serrano y Augusto Fernandes y dirección teatral con Rubén Szuchmacher. Se formó en comedia del arte, clown y circo criollo.
Como actor de teatro, trabajó bajo la dirección de Raúl Serrano, Los Macocos, Pompeyo Audivert, Gerardo Hochman, Marcelo Katz e Inda Ledesma, entre otros.
En TV, trabajó en ciclos de Tato Bores, Lalo Mir, Jorge Guinzburg, tiras y series.
Como director
Dirigió “Monólogos de la marihuana”, “Remisería”, “El guapo y la gorda”, “La lengua de los amantes”, “Quién cocinó la Última Cena?”