Lorca, poeta de tierra

 


Las mujeres de Federico en un espectáculo en el que confluyen la poesía, el teatro, el cante jondo y el baile flamenco.

Un recorrido por el mundo de las mujeres lorquianas. Un mundo lleno de metáforas, donde el deseo palpita por salir de la ilusión.
Una propuesta que fue gestada a partir de una minuciosa búsqueda, que tiene como propósito la unión armoniosa de los distintos lenguajes artísticos. 


Homenaje

Y después  – poema (“Poemas del cante jondo”)

Alma ausente  poema cantado (“Romancero gitano”)

La muerte del Camborio– poema (“Romancero gitano”)

Duelo – baile por solea 

Interludio I – solo de música

 

Tierra

La rosa declinata– poema cantado por guajiras (“Doña Rosita la soltera”)

Las manolas– poema (“Doña Rosita la soltera”)

Alhambra– baile por guajiras

Mi abanico de soltera– monologo (“Doña Rosita la soltera”)

 

Creación

Nana– canción de cuna andaluza

Ya no sé quien soy– texto (fragmentos de “Yerma”)

Locura-baile por tientos

Prado de pena--poema cantado (fragmentos de “Yerma”)

El silencio–  Poema (“Poema del cante jondo”)

Interludio II – solo de música

 

Libertad

Paisaje – poema (“Poema del cante jondo”)

Adelina de paseo– poema cantado (“Romancero gitano”)

Amor y eternas soledades– Texto (Fragmentos de “Mariana Pineda”).

Despedida– Baile con bata de cola

Y después  – poema (“Poema del cante jondo”) 


Ficha técnica:

Intérprete: Julieta Cancelli
Guitarra: Maximiliano Bus
Vientos y percusión: German Gigena
Vestuario: Julia Lado
Escenografía: Maximiliano Trento
Fotografía: Eugenia López
Creación Musical: Maximiliano Bus
Creación Coreográfica:Julieta Cancelli
Dirección actoral: Ricardo Bangueses
Asistencia general: Maximiliano Trento
Producción ejecutiva: Arte Flamenco
Prensa: Simkin & Franco
Idea y dirección general: Julieta Cancelli 

Funciones: sábados de enero y febrero, a las 20 hs.
No Avestruz: Humboldt 1857, Ciudad de Buenos Aires. Tel.: 4777-6956
Entrada: $30 Y $20

hola@noavestruz.com.ar 

Los Compadritos, de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Gerardo La Regina. Por Teresa Gatto.