La obra obtuvo los Premios a mejor espectáculo, dirección y actuación en el 9º Festival Internacional "Gombrowicz" de Radom, Polonia.
Trans-Atlántico, adaptación de la novela de Witold Gombrowicz realizada por Hugo Dezillio y Adrián Blanco acaba de obtener tres distinciones de máximo nivel en el 9º Festival Internacional “Gombrowicz” de Radom, Polonia.
Cuando Witold Grombrowicz arribó a nuestro país, en Polonia, donde acaba de ser galardonada Trans-Atlántico, ya era conocido. La ocupación alemana en su tierra natal lo dejó varado aquí y su exilio dio sus frutos.
La versión de Trans-Altlántico de Adrían Blanco y Hugo Dezillio, que pudimos presenciar el año pasado y este en el Teatro Nacional Cervantes tiene muchísimos aciertos, no sólo por la magnífica calidad de la puesta de Blanco en la que nada queda librado al azar, sino porque lo representado es el armado de una vida narrada a partir de fragmentos y preguntas lanzadas al espectador. Trans-Atlántico es una Master Class de actuación y puesta y un desafío arduo por las características del sujeto a develar. No sólo por la extrañeza que significa ser extranjero siempre, sino por el segmento temporal en que Witold arriba a Buenos Aires, que es de los más complejos que se recuerden y por esa facilidad suya de aquerenciarse aquí en otra lengua.
La obra repone los hilos de esa vida y de la historia tejiendo de modo contundente, una red en la que todos los lenguajes teatrales no verbales se hallan integrados para dar como resultado una puesta en la que vestuario y gesto forman una argamasa bella con el guión y montan una vida posible de Grombrowicz, o su otro yo, o el alter ego del escritor, pero siempre con la dosis exacta de humor, gozo, dramaticidad, ironía y un grotesco sutil.
Felicitaciones al Equipo de Trans- Atlántico todo, y al Teatro Nacional Cervantes por el esfuerzo y el riesgo que asumen al poner en escena desafíos que redundan en eso tan difícil y etéreo que vamos a buscar al teatro y que no debería faltar jamás: teatralidad.
Esta producción que el Teatro Nacional Cervantes estrenó en octubre del año pasado en la Sala Orestes Caviglia, y repuso en la presente temporada siempre con gran repercusión y convocatoria de público, fue una de las grandes atracciones del Festival del que participaron elencos polacos, suecos, eslovacos y rumanos. El jurado internacional bajo la presidencia de Jacek Wakar distinguió a Trans-Atlántico con los premios a Mejor obra, a Mejor dirección: Adrián Blanco y Mejor Actuación: Gustavo Manzanal por su interpretación de Witold Gombrowicz.
La presentación de Trans-Atlántico fue ovacionada por el público que asistió al Festival en esta cuidad polaca de casi 250 mil habitantes. El elenco recibió la invitación además, para realizar la obra en Varsovia y en París.
El espectáculo, como se recordará, es interpretado por el numeroso elenco que componen Claudio Amato, Manuel Bello, Diego Benedetto, Pablo De Nito, (Premio "Trinidad Guevara" por Actuación masculina de reparto) Raúl Deymonnaz, Hugo Dezillio, Mario Frías, Gabriel Lima, Gustavo Manzanal, Ale Molina y Omar Súcari. La Música original y selección de temas musicales es de Carlos Ledrag, el diseño de Iluminación de Leandra Rodríguez y el de Vestuario y Escenografía de Marta Albertinazzi (Premio “Florencio Sánchez” en el rubro Escenografía). La asistencia de dirección es de Adriana Pizzino.
Durante su estadía en Varsovia, Adrián Blanco ofreció además talleres de dramaturgia en la Escuela de Teatro de esa ciudad y en el “Laboratorium dramatu”.