Re-Estreno: Mariano Moreno y un Teatro de Operaciones





El Bachín Teatro presenta cada jueves en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, Floreal Gorini, "Mariano Moreno y un Teatro de Operaciones- Seria Comedia Política"

Por Teresa Gatto

En el marco del Bicentenario, El Bachín Teatro, con diez años de trayectoria y trabajo en la experimentación de un teatro de carácter épico profundamente latinoamericano,  presenta cada jueves en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, Floreal Gorrini, “Mariano Moreno y un Teatro de Operaciones- Seria Comedia Política”. 

En su historia de indagación en materia de teatralidad el grupo El Bachín Teatro menciona a Bertold Brecht y sus lineamientos y los modos de abordaje de la realidad que, como latinoamericanos nos compete. Recordemos sintéticamente que Brecht proponía un distanciamiento o extrañamiento que no eran exclusivamente formales. Si el artificio de la obra quedaba al descubierto, el espectador podía tener la debida distancia y de ese modo tomar partido, esbozar una reflexión, en síntesis, despertársele  una conciencia crítica. Por otro lado, el gestus social que como concepto y modo de producir personajes, aporta Brecht, que señala que el comportamiento de un obrero es diferente al de un prócer o un aristócrata, estará presente en toda la obra en las innumerables disociaciones que en tanto actores y personajes a construir, la obra exhibe.

En “Mariano Moreno y un Teatro de Operaciones”, estos supuestos brechtianos están explotados al máximo con una eficacia notable.

Por un lado, en un teatro cualquiera un director trata de montar una obra en la que el protagonista es  Mariano Moreno. Los efectos de extrañamiento se producen desde el ingreso a la sala en la que un guitarrista acuña con una cantante melodías que dan paso a un video que muestra un mar gris y en el que la voz de Patricio Contreras en off, le otorga la palabra al personaje a construir, el prócer envenenado en alta mar. Pero Moreno, el personaje para armar, no sólo se demora, sino que llega vestido de Monteagudo, único traje que quedaba en vestuario.  Un andamio es todo el indicio de “obra en construcción”. Aquí es donde el distanciamiento emerge por vez primera para desandar el camino de la Historia, que omitida  del relato totémico, será exhibida tal vez, si se logra montar la vida del prócer.

De este modo, el director despótico y el actor, ofrecen desde el inicio una interpelación: ¿Se puede narrar la Historia Argentina desde  la mirada de Mariano Moreno? El hombre que con más ahínco se opuso a la prosecución del Virrey el día 22 de mayo de 1810. Es más ¿se puede contar la Historia grande desde la mirada de un revolucionario? O en el siglo XXI esto sigue generando controversias, toda vez que revolución es una palabra que para determinadas clases tiene connotaciones negativas. ¿La revolución es una asignatura pendiente en estos lares? ¿Hay tantas revoluciones como países tiene la América originaria?

Poco importa la dialéctica que se establece entre director y actor, porque otras voces, llegadas desde otras miradas, encarnadas por actores que desde dentro de la obra por montar o desde el afuera, van armando esa épica de una patria que demoró en batir alas y hasta los títeres  situados en medio del escenario son capaces de dar un vistazo nuevo y humorístico a los interminables binomios de la Nación y del teatro de operaciones que es el escenario. En éste, se trata de montar  una vida  posible de Moreno, entonces director y actor dirimen sus diferencias como “unitarios” y “federales” y  es, en ese juego,  donde se puede observar más al descubierto el artificio. En el otro teatro de operaciones, que es ese afuera, poblado de manifestaciones, violencia y  reclamos que por 200 años no han cesado de buscar un camino de liberación en toda la América Latina,  se va hilando una historia que pide a gritos una mirada del receptor, porque si algo está claro en la puesta de Manuel Santos Iñurrieta, es que la Historia no sólo la escriben los que ganan.

Entre los innumerables aciertos de la puesta cabe destacar, no sólo el texto magnífico -en el que se mixturan hechos de la vida de Moreno, sus escritos más valiosos y la dramaturgia de Iñurrieta  sino además, el diseño de arte e iluminación que crea climas intensos y muestra los claroscuros que todo devenir histórico trae aparejado. Las actuaciones de Jorge Tesone como el director y Marcos Peruyero, como Moreno  son una exhibición de teatralidad consumada y se encuentran acompañadas de un elenco que hace su trabajo de manera excepcional entre los que se encuentran  Carolina Guevara y Julieta Grinspan, entre otros.

“Mariano Moreno y un Teatro de Operaciones”, Seria Comedia Política, demuestra que no hay gesto social que no sea eso, un gesto político pero no al estilo de la mediocridad reinante en los debates a los que somos sometidos en las peleas del poder, sino más bien el teatro de operaciones que es la lucha por la libertad y la reivindicación diaria con la que en sucesión se construye la Historia.

 

 

Ficha Artístico /Técnica:

Actúan: Alfredo Aguirre, Gerónimo García, Julieta Grinspan, Carolina Guevara, Marcos Peruyero, Federico Ramón, Manuel Santos Iñurrieta, Jorge Tesone

Músicos: Julieta Grinspan, Marcelo Martín

Música original: Marcelo Martín

Asistente: Marina García

Dramaturgia, dirección y puesta en escena: Manuel Santos Iñurrieta

 

CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN

A partir del jueves 17 de febrero

Entrada: $ 30,00 - Jueves - 21:00 hs

Av. Corrientes 1543

Capital Federal - Buenos Aires - Argentina

Teléfonos: 5077-8077

Web: http://www.centrocultural.coop

Los Compadritos, de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Gerardo La Regina. Por Teresa Gatto.